Entre 400 y 800 millones de personas alrededor del planeta se verán afectadas por la automatización y tendrán que encontrar una nueva ocupación desde hoy hasta el 2030, según un informe realizado por la consultoría McKinsey Global Institute.
El impacto de las nuevas tecnologías en la vida de los trabajadores será sentido sobre todo en las economías más desarrolladas. De acuerdo con el informe, hasta un tercio de la fuerza laboral en Estados Unidos y Alemania tendrá que aprender nuevas habilidades y encontrar otra ocupación. En Japón, el porcentaje de afectados podrá llegar casi a la mitad de los trabajadores.
Los efectos del fenómeno calculados por la consultoría varían de acuerdo con la proyección que se tome en cuenta: si la automatización de las economías avanza a un ritmo intenso o gradual.
Los responsables del documento de McKinsey señalan que los bajos sueldos en México conllevarán a un impacto menos intenso de la automatización en el país latinoamericano: del total de 68 millones de personas que formarán la fuerza laboral mexicana en el 2030, unos 9 millones se verán desplazadas.
“México tiene una población joven y una fuerza laboral que está creciendo. El nivel de los sueldos puede disminuir la implementación de la automatización en el país”, destaca la consultoría.
McKinsey analizó el efecto de la robotización en 46 economías que representan casi el 90% del PIB mundial. Además, hizo proyecciones detalladas del impacto de la automatización en seis países: Estados Unidos, China, Alemania, Japón, México e India. La consultoría destaca que los países tienen que encontrar maneras de reubicar a los trabajadores desplazados por la automatización. “En los escenarios en que algunos de los desplazados llevan años para encontrar un nuevo trabajo, el desempleo crece en el corto y medio plazo. A largo plazo se reduce el desempleo y el mercado laboral se ajusta, pero con un menor crecimiento de los sueldos”, afirman.
Además, los cambios tecnológicos golpearán con más fuerza a los trabajadores con menos estudios. Por otro lado, las personas con formación universitaria o posgrado serán los que menos se verán afectados. Entre las actividades más afectadas señaladas por la consultoría, están los operadores de maquinas y los empleados en cadenas de fast food, además de trabajadores que hacen la colecta y procesamiento de datos.
“Las profesiones altamente dependientes de las actividades que identificamos como más susceptible a la automatización —trabajos físicos o procesamiento de datos— serán probablemente las más afectadas”, afirman los responsables del informe. “Ocupaciones que requieren alto nivel de especialización o una alta exigencia de interacción social y emocional serán menos susceptibles a la automatización hasta el 2030”, dicen.
Pese a los efectos esperados en el mercado laboral, los investigadores destacan que la innovación, el crecimiento económico adecuado y las inversiones pueden generar una creación de empleos suficiente para compensar los puestos que serán perdidos por la automatización.