El grifo de Malvern Water, la marca de agua que durante más de 400 años sació la sed de los monarcas británicos, se cierra debido a su baja producción, que ha dejado de ser competitiva.
“Las fábricas modernas de agua embotellada son diez veces más grandes y, por tanto, pueden producir más agua en un día que nosotros en un mes”, dijo una portavoz de la firma, perteneciente a Coca-Cola Enterprises (CCE), citada hoy por “The Daily Mail”.
Al parecer, este agua era la única marca que se servía hasta ahora en los palacios de la reina. Isabel I fue la primera que la bebió, en el siglo XVI, y quedó entusiasmada. Trescientos años después, la reina Victoria nunca viajaba sin su Malvern en el equipaje, y también Isabel II se llevaba botellas de esta marca en casi todos sus viajes.
Según el rotativo, la reina ofrecerá ahora ser el suministrador de agua de la corte a otra compañía que gestiona el agua mineral procedente de un manantial cercano. Desde Buckingham Palace sólo se dice: “No podemos comentar qué le gusta a la reina y qué no”.
Pese a todos sus esfuerzos, Malvern sólo habían conseguido una cuota de mercado de un uno por ciento en Reino Unido en los últimos diez años, dijo la portavoz de CCE. Unos 17 empleados perderán su trabajo.
Vía dpa