Lohan llegó a los juzgados de Beverly Hills pasadas las 8.30 de la mañana hora local (15.30 GMT) donde la esperaban decenas de medios de comunicación y algún fan que la recibió al grito de «Lindsay te quiero» junto con un cartel en el que se leía «Libertad para Lindsay».
La actriz, de 24 años, y protagonista de películas como «Freaky Friday» (2003) compareció ante la juez Marsha Revel para hacer efectiva la condena de prisión que le impuso el 6 de julio ante la incredulidad de la joven.
Revel sentenció a Lohan a pasar 90 días en la centro penitenciario Century Regional Detention Facility en Lynwood, California, después de que la actriz violara su libertad condicional al no acudir a sus clases semanales de educación contra el alcoholismo.
Lohan pasó los últimos tres días en un centro de rehabilitación desde donde se trasladó hasta los juzgados para ser entregada a las autoridades que la condujeron a la prisión en la que se estima que al menos pase entre 2 semanas y un mes.
La joven se beneficiará de la política del departamento del Sheriff de liberar a los reclusos no violentos antes de la finalización de su pena debido a la sobrepoblación de las prisiones.
Una vez en la calle, Lohan tendrá que pasar tres meses ingresada en un centro de rehabilitación y deberá estar sobria durante el próximo año.
n declaraciones a la revista People, Steve Whitmore, portavoz de la oficina del Sheriff, indicó que Lohan sería segregada del resto de las reclusas para «su protección».