El ingeniero vial Adolfo Miquelena, asegura que los problemas de la Petare – Guarenas se originan por la falta de mantenimiento a tiempo de una vía por donde transitan a diario 240 gandolas, según cifras de la Cámara de Transporte Pesado.
«Uno de los problemas fundamentales está en el deterioro de las juntas de dilatación de los siete pequeños y grandes puentes de la autopista hacia Guarenas y Guatire. Todas las juntas de dilatación están tan separadas del sistema de unión de la vialidad, que hay estructuras de hierro que producen el estallido de neumáticos y grandes accidentes de tránsito», resalta Miquelena.
El experto en vialidad indica que cada vez que llueve las torrenteras colapsan e inundan los dos viaductos de la autopista. «Eso daña el asfalto y las estructuras de metal», indica.
«Desde el puente de Turumo comienzan los huecos y hundimientos que se reparan sin hacer estudios previos ni usar materiales de calidad», dice.
Miquelena recuerda que los últimos accidentes viales en la autopista Petare – Guarenas se originaron en las cercanías a las juntas de dilatación de sus viaductos y otros puentes.
Desde el distribuidor Metropolitano hasta el final de la Pista Norte se cuentan la falta de señalización, 25 hundimientos, curvas peligrosas, 10 defensas caídas y cuatro derrumbes que afectan al menos un canal de circulación.
«En esa autopista no hay grandes letreros que indiquen a los conductores la velocidad máxima en la bajada hacia las ciudades dormitorio. Muchos vehículos, incluso de carga pesada, circulan a exceso de velocidad», afirma Miquelena.
El ingeniero vial reitera que siendo una vía de alta circulación hay hundimientos de hasta 60 centímetros. «Esas fallas se reparan con asfalto que provoca desniveles peligrosos en canales de circulación rápida».
En la entrada y salida del túnel, sentido Caracas – Guarenas, los choferes esquivan huecos, asfalto levantado y grietas transversales de la vía. «Son desplazamientos longitudinales y transversales que amenazan con un colapso estructural mayor. Como vía alterna solo tenemos una carretera vieja con miles de huecos y derrumbes», agrega.
Nancy Barrios, residente de Guatire desde hace 20 años, precisa que cada día se desplaza por una autopista con más de 60 huecos y con graves problemas de alumbrado. «Los tengo precisados para evitar daños en el tren delantero de mi auto».
Mientras que Ramón Regalado, conductor de la línea Caracas – Guarenas, cuenta que en más de cinco años de trabajo a la autopista no se le hace mantenimiento. «Rara vez hay bacheo de huecos, y si lo hacen se abre en menos de un mes, como ocurre en la Pista Norte».
Más de 500 mil habitantes también sortean fallas en muros atirantados que están a punto de desplomarse, asegura Víctor Lilue, ingeniero civil.
«En el sentido hacia Guarenas, un kilómetro después del terminal de Oriente hay una gran pantalla atirantada con anclajes de 20 y 30 toneladas de empuje que deben ser ajustados para evitar un derrumbe de 200.000 metros cúbicos de tierra que puede impedir el paso vehicular en ambos sentidos. En ese caso habría que usar camiones de 20 metros cúbicos de capacidad, implicarían 15.000 viajes de camión, una semana de trabajo día y noche, con la autopista cerrada», enfatiza Lilue.
Miquelena por su parte dice que los muros atirantados de la autopista se han desplazado 30% De caerse habrá crisis vial.