«Tomamos en consideración a Brasil», expresó Faría, quien afirmó que la película «refleja un poco nuestra propia vida», y concluyó: «Lula es una estrella acá y afuera».
Con Faría coincidió otra integrante de la comisión de selección, la cineasta Tata Amaral, quien expresó la esperanza de que el prestigio internacional del mandatario brasileño ayude Brasil a conquistar su primer Óscar: «me gustaría que la figura de Lula tuviera influencia sobre la Academia (de Artes y Ciencias Cinematográficas)».
La decisión de la comisión no tomó en cuenta la opinión de los 130.000 brasileños consultados por el Ministerio de Cultura a través de su página en internet.
Sólo el 1% votó por la cinebiografía de Lula, mientras que la abrumadora mayoría -un 70%- apoyó la designación de la película Nosso Lar (Nuestro Hogar), inspirada en la religión espiritista y que atrajo hasta ahora a 2,5 millones de personas a las salas de cine, más que el doble que la obra de Barreto.