La lluvia se llevó a tres niños en La Vega

    En el momento en que las unidades de Los Bomberos del Distrito Capital llegaron al sector La Pradera de La Vega un perrito resguardaba el cuerpo de una de las niñas que falleció, cerca de las seis de la mañana, cuando el techo de su casa cayó sobre ella, su hermana y un primito. No se retiraba del cuerpo y amenazaba a los bomberos con morderles. Al final un vecino logró retirarlo.

La comunidad entera estaba en la calle. Caminos de barro y agua reinan en la parte alta de toda La Vega. En ese escenario los Rodríguez Vallejo, familia de las dos pequeñas de 3 y 8 años y el niño de 10, no querían hablar. En la residencia había dos adultos y de los cuatro niños, solo una logró sobrevivir.

Allí Alex Nassar, oficial de Comando de la zona 3 de los Bomberos, explicó que once unidades moto, una contra incendios, una de rescate, una ambulancia y 21 efectivos trabajaron desde el amanecer para recuperar los cuerpos.

«Yo ya no espero nada»

Pero varias unidades se movían por La Vega en busca más personas que los vecinos aseguraban no habían aparecido.

La subida por el sector Los Mangos tenía al menos ocho derrumbes. Desde allí los vecinos veían como se caía el cerro frente a ellos, en el sector Los Cangilones. «Allá hay una casa que se cayó y no consiguen a la dueña», comentaban.

La noche del lunes Ana Mercedes Crespo, que vive en Los Cangilones, sentía que olía a tierra mojada y cuenta que tuvo la sensación de que era mejor pedirle a la familia que durmiera en la sala.

«En la madrugada escuchamos un estruendo, pero era una nevera que se cayó desde más arriba y chocó cerca de mi casa», cuenta. Pero a las seis de la mañana un vecino le tocó la puerta y ella, su esposo y sus niñas de 17 y 4 años, salieron para ver, poco después, como su casa se derrumbaba.

Pero la gente teme tanto morir tapiados, como terminar en un refugio. Hasta el mediodía de este martes Ana Mercedes seguía en la zona: «Yo no me voy, si fuera sola si, pero no voy a llevar las niñas para allá».

Edgar Blanco, otro de los afectados, comentó que tenía ocho años en su casa: «Desde que me metí allí sabía que estaba en riesgo, pero no había nada más». Cuando le preguntan qué espera de las autoridades comenta: «Yo ya no espero nada».

José Emilio Pereira, explica que la casa en la que tenía 50 años, en el callejón Bolívar del barrio El Milagro, se cayó el 15 de octubre pasado, pero él decidió no irse a un refugio: Allí no hay condiciones». Se mudó a casa de su hermana, vecina de la suya.

«En donde mi hermana hay un bebé de 20 días de nacido. Todo el cerro fue declarado por Protección Civil como de alto riesgo y allí quedan nueve familias», explica. Además, el Consejo Comunal de la zona quedó desarticulado y no tienen a quien recurrir. Pero allí, al igual que en Los Cangilones, todos han preferido quedarse que marchar a un refugio.

Los Bomberos y Protección Civil desalojaron, entre la madrugada y la mañana de este martes, 144 viviendas en La Vega, pero muchos de los residentes estaban renuentes a irse, por lo que en más de una oportunidad debieron advertir que llamarían a los representantes de la Lopna para disuadirlos de dejar sus casas.

A pesar de la intervención de las autoridades, al menos en Los Cangilones, muchos optaron por sentarse a ver como el cerro se seguía viniendo abajo.