A primeras horas de esta mañana y por seguridad, el ente de aviación civil Enac y la sociedad que gestiona el aeropuerto de «Fontanarossa», de Catania, han decidido su cierre, a la vez que siete máquinas comenzaron a barrer ininterrumpidamente las pistas para retirar la ceniza.
Las autoridades esperan, si desciende la intensidad volcánica del Etna reabrir el aeropuerto al mediodía de hoy.
La situación del Etna entra en la «normalidad», según los expertos, aunque es seguida con atención por el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Catania.
El pasado 13 de enero el volcán más meridional en activo de Europa volvió a entrar en erupción, dejando, en su línea, un espectacular río de lava por una de sus amplias laderas.
El Etna tiene unos 3.322 metros de altura y es la montaña más alta de Italia al sur de la cordillera de los Alpes.