Este exquisito manjar es la obra culinaria del chef Diego Buick y se corona con mucho oro como la reina de las hamburguesas del mundo entero con un precio reconocido los récords Guinness de 2.050 €, eso sí, sin patatas fritas.
Aunque este sandwich es sinónimo de fast food, realmente de fast no tiene nada. Su compleja elaboración y sus ingredientes de lo más exóticos se reúnen en una receta digna de un museo.
Aunque nada más se ha elaborado para presentarse a los rrécords Guinness, siempre podemos marcar al restaurante para encargársela y disfrutarla caliente en Rotterdam.
El plato es fruto de una meticulosa selección de la materia prima más exclusiva e insólita en una sola hamburguesa: La carne es una mezcla de un 40% de filete negro de ternera Angus y 60% de Wagyu japonés;contiene además langosta procedente del río Oosterschelde, jamón de pata negra, queso artesano remerkar, trufa blanca, caviar, foie gras, lechuga francesa y lascas que oro comestible sobre el pan.
La salsa que marina esta jugosa carne tiene como base el puré de una clase de tomates procedentes de Japón (80€ el kilo), al que se le añade vainilla de Madagascar, café Blue Mountain, azafrán y una salsa soja muy especial que ha sido envejecida durante 34 años.
Este sabor excéntrico ha salido de la inspiración de este famoso chef con dos décadas experimentando en la cocina y con cuatro años de entrega absoluta al arte de elaborar las mejores hambuguesas de los Países Bajos.