«Es un arma más para atajar un problema que el Gobierno federal se ha negado resolver», dijo la gobernadora, del Partido Republicano, antes de firmar la medida.
Brewer firmó la ley mientras frente a la sede del Capitolio estatal centenares de manifestantes protestaban por la iniciativa que pocas horas antes el presidente Barack Obama había calificado de «mal encaminada».
La gobernadora manifestó que la ley servirá para proteger a todos los residentes del estado, no sólo de la inmigración ilegal sino también de la actividad de los carteles de la droga que operan a través de la frontera con México.
También prometió que al ponerse en vigencia la ley los que se encarguen de aplicarla no actuarán contra los inmigrantes que residen legalmente en el país.
«No habrá medidas de la policía dirigidas contra ciertos sectores étnicos», indicó.
Cálculos oficiales señalan que en Arizona viven unos 460.000 inmigrantes indocumentados, la mayoría de los cuales son de origen mexicano.
da / Reporte360