Durante varias décadas el sistema eléctrico nacional ha sido nutrido por la generación hidroeléctrica que desde la cuenca del Gurí se produce. En años recientes dicha cuenca ha mermado debido a los efectos meteorológicos adversos a las condiciones idóneas que necesita este tipo de sistema para funcionar a la capacidad instalada óptima. No ha sido sino hasta entonces que ha surgido la gran debilidad y carencia de depender de un solo tipo de generación eléctrica.
Debido a esto, en Venezuela el gobierno ha tenido que tomar más en serio la inversión en generación eléctricas con sistemas alternativos a la hidroeléctrica, ya que si bien esta energía es barata y ecológica tiene sus evidentes limitantes ya que las cuencas para este tipo de generación son escasas y como hemos dicho anteriormente los efectos climáticos las limitan aún más.
Por ello, el estado escuchando propuestas se decanta por invertir en la generación de electricidad mediantes sistemas termoeléctricos, altamente rentables y que si bien el motor fundamental no para este sistema no lo son las cuencas fluviales si lo son los derivados del petróleo y gas natural que son abundantes en Venezuela y utilizados en este tipo de plantas estan en armonía con el medio ambiente.
En los últimos años se han desarrollados proyectos estratégicos para sumar gran cantidad de megavatios al sistema interconectado nacional del tipo de generación termoeléctrica, usando tecnología de punta, un importante proyecto que ha sido llevado acabo de acuerdo a Alejandro Betancourt representante de la empresa ejecutora del proyecto Derwick Associates es la instalación del anillo de blindaje eléctrico de Caracas, siendo un gran aporte, logrando aumentar la capacidad instalada de megavatios que el desarrollo urbano de la capital venezolana requiere.
Comenta Alejandro Betancourt que una de las propuestas interesantes de Derwick Associates ha sido la de instalar un centro de mantenimiento y servicio de turbinas en Venezuela, apostando por el desarrollo regional, y teniendo una visión integradora para la región del UNASUR y el ALBA, ya que hasta la fecha estos dispositivos han tenido que llevarse a Europa o EE.UU para realizar las tareas de servicio requerido.
Fuente: entrevista a Alejandro Betancourt.
NOTA DE PRENSA