Jóvenes borrachos arrasaron y prendieron fuego en las calles, comercios y jardines de la pequeña ciudad. Además, atacaron a la policía con piedras y botellas y saquearon algunas tiendas.
“Fue una noche horrible”, declaró el alcalde de la ciudad, Rob Bats.
Miles de jóvenes llegaron a Haren, en la provincia de Groninga, después de que una chica invitase a través de la red social a la celebración de su cumpleaños. La joven, que cumplía 16 años, olvidó marcar el evento como fiesta privada, por lo que la invitación llegó a toda la comunidad de facebook y Twitter.
La fiesta comenzó primero de forma pacífica, pero de repente “se convirtió en agresiva”, explicó el jefe de policía regional, Oscar Dros. “Atacaron a la policía con adoquines y botellas”,explicó.
Según las primeras investigaciones, los disturbios fueron planeados por “cabecillas violentos de todo el país”.
Tras los primeros indicios de la fiesta que se avecinaba, la ciudad de Haren se había preparado para ella. La policía se había puesto incluso en contacto con las autoridades alemanas, que ya tuvieron que enfrentarse en el pasado a situaciones similares.
“Estábamos preparados para lo peor”, aseguró el jefe de policía Dros, que había destacado a 500 agentes. “Pero nunca habíamos vivido semejantes agresiones”, reconoció.
En total resultaron heridos 30 jóvenes, mientras 35 personas fueron arrestadas.
Los vecinos de Haren se dedicaron hoy a limpiar a limpiar las calles, que quedaron cubiertas de piedras y cristales. “Fue horrible, pasamos mucho miedo”, aseguró una de las habitantes de la ciudad.