«La esperanza de levantar cabeza se va con cada lluvia»

    La Guaira.- El poblado de Naiguatá es famoso por sus fiestas de religiosidad popular. Se le rinde tributos a varias santidades, advocaciones marianas y a celebraciones de tambores y musicalidad que involucran a la iglesia católica.

En estos últimos días, sin embargo, la santidad a la que más han invocado es a San Isidro Labrador, ese que según los comerciantes playeros quita el agua y pone el sol. Pero las oraciones parecen no ser suficientes. Las lluvias de la madrugada del martes -de menor intensidad que las registradas en Caracas- ocasionaron un nuevo deslizamiento que dejó parcialmente incomunicada a la zona este de la entidad costera, además de teñir de marrón toda la franja costera y hacer que, por tercera vez en mes y medio, las autoridades exhorten no bajar al Litoral a tomar un sol que se niega a aparecer. Además, se produjeron daños diversos en toda la geografía varguense.

«A nosotros lo que nos sale es un ensalme, porque si es verdad eso que dicen los viejos que uno va a pasar el año que entra como lo recibe, entonces nosotros vamos a pasar todo el 2011 pelando. Entre el mar de fondo, las lluvias, los derrumbes y las vías malas, la situación está muy dura. Medio levantamos cabeza el fin de semana que hubo un buen sol y la gente se animó a venir a los balnearios. Teníamos buenas expectativas para el 1 de enero, pero con estas lluvias la gente se vuelve a asustar y no viene» dice Gerardo Moreno, quien tiene un kiosco en una de las bahías de playa Los Ángeles.

Además de la alta concentración de sedimentos que se registró en la entrada del pueblo de Naiguatá, las autoridades locales indicaron de otros dos deslizamientos en el tramo Los Caracas-Osma, de irregularidades en la altura del poblado de Anare. Los balnearios permanecieron abiertos, aunque con una escasa presencia de usuarios y mayor oleaje que el usual, algunos pocos se bañaban o disfrutaban de la arena en los balnearios de Camurí Chico y Caribe, ambos en la avenida José María España de Caraballeda.

Los sectores económicos de la entidad, como ventas de licores, víveres, hoteles y posadas también han visto mermar las ventas en la temporada en la que normalmente logran sus segundos mejores resultados en el año.

La incertidumbre ante la ausencia de temporadistas y la inestabilidad vial que persiste hacia los extremos este y oeste de Vargas, así como en la autopista Caracas-La Guaira han convertido la recuperación en un camino cuesta arriba. De lo único que parecen estar seguros es de la urgencia que existe por la construcción de una vía alterna al litoral.

«Con cada lluvia se va nuestra esperanza de levantar cabeza. La situación parece encaminarse y a la mínima lluvia se presentan otra vez los problemas. Ayer (lunes) subimos a comprar unos insumos a Caracas y debimos bajar por la carretera vieja para llegar. Recordé los tiempos de la trocha. Entonces una se da cuenta de que tu inversión, tu negocio es vulnerable ante la falta de una nueva vía» comenta Tamara Marcano, quien administra una posada en la zona este del estado.

Por su parte, Juan Carlos Rodriguez, director municipal de Protección Civil explico que ante el pronóstico de posibles precipitaciones se mantendrán en alerta, desplegando grupos de atención en diversos balnearios. «Pedimos a quienes nos visitan prudencia, para evitar cualquier contingencia».