Estudia tus experiencias y educación. Al presentar un currículum, tienes que conocerlo perfectamente. Por lo general, en una corporación se basan en dicho documento para darles el cargo a las personas.
Si te citan por escrito, lo correcto es que llames para confirmar tu asistencia. De esa manera, estarás demostrando tu grado de interés por el empleo y además reflejarás una actitud de compromiso y seguridad.
En cuanto a la vestimenta, no acudas con lentes oscuros, y lo más importante, cuida tu apariencia. Evita ropa llamativa, muy colorida o destapada. La pulcritud y el aspecto físico también son imprescindibles, por eso cuida de estar limpio. Otra recomendación esencial es ser puntual. El día de la cita trata de llegar al menos 10 ó 5 minutos antes. Esta acción hablará de tu responsabilidad.
Durante la entrevista
Las primeras impresiones son trascendentales. Muchos empresarios consideran que tras haber visto entrar por la puerta a un candidato, observar la forma de dar la mano y sentarse, son capaces de decidir sobre su validez.
En primera instancia saluda al entrevistador con un apretón de manos moderado y sonríe, mirándolo a los ojos. No es válido dirigirte de «tú» si no te lo señalan, y no tomes asiento hasta que te lo indiquen. Siéntate derecho, si lo haces al borde de la silla demostrarás inseguridad, y si te recuestas del espaldar parecerá una falta de respeto.
Mantente atento y simpático. Evita ponerte nervioso y los gestos que lo indiquen como morderte las uñas, golpear con el lapicero en la mesa y agitarte en la silla. Deja que la persona que va a entrevistar tome la iniciativa y no la interrumpas. No hables mucho, ni muy poco y cuida tu lenguaje. Evita poner los codos encima de la mesa donde te atiendan, tampoco los cruces, puede parecer que estás a la defensiva.
Piensa antes de contestar y responde clara y brevemente. Acostúmbrate a decir siempre la verdad. Y si te preguntan sobre ti mismo, enfatiza tu formación, experiencia y resultado de tus trabajos. No uses palabras rebuscadas y trata de no responder con evasivas o dudas.
Muestra entusiasmo por el trabajo, pero no lo supliques. Y abstente de hablar mal de las empresas en las que has trabajado. Entre las actitudes, una de las más importantes es no negarse a responder preguntas. Si alguna pregunta te incomoda opta por contestar con seriedad, pero no con agresividad. Estas preguntas valoran tu control emocional.
Por último, piensa positivamente y expresa tu agradecimiento. Una vez que hayas culminado la entrevista, analiza los resultados y anota puntos fuertes y débiles, pueden servirte para una segunda entrevista o para próximas entrevistas en o-tras empresas.
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