Los recortes de energías impactan directamente al sector comercio que generó para el 2009 el 25,3% del producto interno bruto (PIB) y 35,2% del total de los puestos de trabajo.
El incremento del precio del petróleo aumenta el poder de gasto del Gobierno y la posibilidad de reanimar la economía, sumergida en recesión con tres trimestres consecutivos de retroceso y un desplome anual de 2,9%, no obstante, la restricción eléctrica añade un nuevo obstáculo a dos sectores clave para el empleo y la producción de bienes y servicios.
Los recortes de energía impactan principalmente a la industria y el comercio, dos áreas que al cierre de 2009 aportan 25,3% del PIB y generan 35,2% del total de los puestos de trabajo.
El Gobierno ha emitido un decreto que obliga a los centros comerciales a operar entre las 11 de la mañana y las nueve de la noche, mientras que las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana clausuran hornos y celdas para ahorrar energía eléctrica.
Empresas ubicadas en estados que sufren continuas fallas eléctricas también padecen las consecuencias y recurren a la compra de plantas generadoras.
La inamovilidad laboral y las trabas que tendrían los empresarios para tramitar despidos a través de las inspectorías del Trabajo protegen a quienes ya tienen empleo, pero el cuadro actual complica la posibilidad de que estos dos sectores aumenten la nómina en el mediano plazo.
¿Cuál puede ser el impacto en el PIB del primer trimestre de este año? José Guerra, ex gerente de Investigación Económica del BCV, explica que “si tomamos en cuenta el peso de la industria manufacturera y el comercio en la economía, tenemos que si estos sectores caen 1% cada uno, el PIB total sufriría un nuevo desplome de 0,25% en el primer trimestre de 2010″.
La economía registró un retroceso de 2,5% en el segundo trimestre de 2009, un declive de 4,5% en el tercer trimestre y las cifras iniciales del Banco Central apuntan a un descenso de 4,6% en el cuarto trimestre.
La posibilidad de que la industria y el comercio no tiendan a la baja luce estrecha. La industria inicia este año tras un declive en 2009 de 7,2% en la producción, arrastrada por la falta de inversión de la empresa privada, trabas para adquirir divisas y la sobrevaluación de la moneda, que alienta el ingreso de importaciones baratas.
Al mismo tiempo, el comercio sufrió un desplome de 8,2% en las ventas, arrastrado por la pérdida de brillo del consumo.
José Guerra indica que “al analizar la composición del PIB se observa que si la industria y el comercio continúan en descenso lo único que puede evitar una nueva caída de la economía en el primer trimestre de este año es un aumento sustancial de la producción petrolera”.
Si Pdvsa comienza a extraer una cantidad mayor de barriles de petróleo necesitará de insumos y ayudará a elevar la actividad en un número importante de empresas.
Sin embargo, la producción de Venezuela está limitada por las cuotas de la OPEP y, de acuerdo con analistas, Pdvsa enfrenta problemas de gestión.
El sector petrolero representa 11,6% del PIB y el año pasado registró una caída de 6,1% que el Banco Central explica únicamente como consecuencia de “los recortes de producción implementados por la OPEP”.
El declive de la producción industrial recorta las exportaciones no petroleras e incrementa la dependencia que tiene el país del precio del barril.
En 2009, las exportaciones no asociadas al petróleo se ubican en 3 mil 326 millones de dólares, una cifra que se traduce en el peor desempeño de los últimos 13 años, incluso considerando la crisis política y económica de 2002 y 2003.
Noticiero Digital