La creciente violencia que vive Venezuela se convirtió en tema esencial de la campaña electoral

La creciente violencia que vive Venezuela se convirtió en tema esencial de la campaña para los comicios parlamentarios del 26 de septiembre y obligó al gobierno de Hugo Chávez a abordar esta cuestión que a menudo evita, mientras la oposición sigue acusándolo de ineficaz.

“Desde hace siete años la inseguridad es uno de los principales problemas del país pero ahora se vive tan crudamente y afecta a tantas personas que el gobierno se vio obligado a abordar el tema de cara a las elecciones”, dijo el sociólogo Ángel Oropeza a la AFP.

“Aunque el presidente Chávez prefiere no discutir sobre inseguridad, ahora tuvo que hacerlo porque la campaña de la oposición ha tenido impacto al tratar un problema concreto que afecta a tanta gente”, continuó.

Los venezolanos, que el 26 de septiembre acudirán a las urnas para renovar la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) actualmente dominada por el oficialismo, consideran que la inseguridad personal es el principal problema del país, según las encuestas.

Chávez, convertido en la principal figura de la campaña en estas elecciones, abordó recientemente el asunto de la violencia aunque negó que Venezuela sea “uno de los países más inseguros del mundo”.

“La delincuencia es un tema duro. No dejaremos de atacar el problema en toda su integralidad”, dijo el mandatario, que suele evitar hablar de inseguridad en sus discursos y cuyo gobierno no difunde datos de violencia desde hace años.

Una semana antes del inicio de la campaña, datos oficiales filtrados a la prensa apuntaron que hubo más de 19.000 asesinatos en 2009 en Venezuela, lo que le convierte en el país más violento de la región.

Aprovechando la coyuntura, la oposición inició su campaña con una manifestación en Caracas en la que subrayó la necesidad de luchar contra la inseguridad y desde entonces ha buscado colocar este tema en el centro del debate.

“La inseguridad mata a nuestros hijos cada día (…) Además, está acompañada por la risotada del gobierno, denunció Adicea Castillo, del Frente nacional de mujeres.

“Este año va a ser mucho mayor el número de víctimas de homicidios y no hay políticas públicas”, lamentó la dirigente del partido opositor Un Nuevo Tiempo, Jenny de Freitas.

Para el sociólogo Ignacio Ávalos, “la divulgación de las cifras del propio gobierno hizo que el presidente cayera en cuenta de que el tema de la violencia es muy grueso y no responde a las políticas sociales” que se llevan a cabo.

“El gobierno de manera muy hábil comenzó a mencionar un tema que ya no podía evitar y dijo que está tomando medidas”, explicó.

Desde el Parlamento, los diputados oficialistas han acelerado además la discusión de una ley sobre el desarme, que podría ser aprobada esta misma semana, y además, se incrementó la presencia policial en lugares críticos y visibles, como estaciones de metro y algunas barriadas de Caracas.

Pero para el criminólogo Marcos Tarre, las respuestas oficiales a la inseguridad “no son concertadas y no lograrán efectos sobre los problemas estructurales que generan la violencia”.

“Por ejemplo, no plantean un control de la policía ni un sistema de atención a las víctimas”, puntualizó.

Tarre también recordó que en 2006, durante otra cita con las urnas, el gobierno hizo su “esfuerzo más serio en materia de seguridad” al crear la Comisión para la Reforma Policial, pero esa iniciativa fue desechada meses después.

Los comicios legislativos son cruciales porque marcarán el retorno al Parlamento de la oposición, que decidió no participar en las elecciones de 2005. Para Chávez es importante obtener al menos dos tercios de los diputados para seguir avanzando en su proyecto político: la revolución bolivariana.

Por esto, Ávalos opinó que “ni oposición ni oficialismo están pensando realmente en soluciones para la inseguridad”.

“Cuando un tema como éste sale a relucir en medio de una elecciones tan importantes, el tratamiento que se le da no puede ser real ni científico”, concluyó.