En cualquier caso, Lamorlette dijo a la cadena de televisión «iTélé» que a partir de la opinión de los expertos a los que ha escuchado, «no estamos en el mismo caso» de la intoxicación alimentaria de la bacteria «E.coli» en Alemania que ha causado cerca de cuarenta muertos.
El empresario afirmó que en su planta de Saint Dizier acondicionó esa carne de vacuno, que se repartió esencialmente en los supermercados del departamento de Nord Pas de Calais, limítrofe con Bélgica.
También insistió en que los 10.000 envases de hamburguesas «Steaks Country» que formaban parte del lote que desde ayer se retiró de la venta habían pasado sin problemas todos los análisis reglamentarios, y sugirió que si de verdad están en el origen del brote, la infección se podría haber producido una vez en manos del consumidor.
Así señaló que quienes compraron las hamburguesas pudieron no respetar la cadena del frío que garantiza su conservación o no haberlas cocinado de forma adecuada.
El ministro francés de Agricultura, Bruno Le Maire, manifestó su satisfacción por que «se ha encontrado muy rápido» el origen de la infección, lo que permitió retirar la mercancía de los supermercados, aunque en unas declaraciones a «iTélé» añadió que se van a realizar pruebas suplementarias en el laboratorio para confirmar los primeros resultados.
Desde ayer, la Agencia Regional de Sanidad (ARS) sostuvo que la infección que ha llevado a la hospitalización de seis niños en Francia «no presenta ningún vínculo, por ahora, con la epidemia recientemente ocurrida en Alemania».
Los menores, según la ARS, sufrieron un «síndrome urémico hemolítico» que «puede tener su origen en una insuficiencia renal aguda».