Aunque parezca mentira, una de las cosas que más aterra al venezolano en estos tiempos es el negocio de compra, empeño y venta de oro. Este mercado se ha afectado mayormente por la inestabilidad del sistema cambiario del país, ya que no proporciona la seguridad suficiente para establecer una tasa fija a las joyerías o locales donde se compra oro.
Un gramo de oro, hoy por hoy, en Maracaibo, cuesta entre 18.000 y 20.000 bolívares, y el gramo de plata se encuentra entre Bs. 180 y 200, situando una diferencia abismal entre las mismas.
Al momento de realizar la adquisición del oro, los especialistas en el rubro se basan en dos tipos de oro: el italiano y el nacional. El primero, casi siempre es de tres tonalidades. Las tonalidades se consiguen al hacer la aleación: el rojo tiene más cobre, el amarillo con plata y el blanco con plata y paladio. Por estas aleaciones las reacciones con ácidos es diferente, ya que en el oro italiano, en todas las reacciones, efervesce el ácido. Entonces, para diferenciar el 10k del 14k italiano, se depende del tiempo de reacción y de la facilidad para borrar la mancha. Por su parte, el oro nacional, a pesar de estar en constante circulación, no es muy demandado por los usuarios.
La administradora de una joyería marabina, que quiso permanecer en el anonimato, habló sobre la situación actual: “Nosotros nos manejos con el oro italiano por el simple hecho de su contramarca y su código. Desde hace un buen tiempo las ventas están verdaderamente malas, debido a que le damos un precio al cliente y ellos se asustan”.
“Te pongo un simple ejemplo, un anillo de graduación para mujeres tiene un valor aproximado de Bs. 200.000, y en el caso del hombre 300.000. Con estos precios ya nadie se acerca. Además, ya no se empeña, sólo se vende. No es factible empeñar por la distorsión que existe con el alza de los precios diariamente”, agregó la comerciante.
El artefacto utilizado para el peso característico del oro es la balanza Tangent, conocida por las personas como “tangita”. Es la que realiza el cálculo y el peso necesario del oro. Conjuntamente proporciona gran ayuda, gracias a su facilidad de manipulación por su pequeño tamaño.
En las distintas joyerías de la ciudad, la tasa de interés estipulada varía desde un 15% hasta un 30%, dificultando mucho más el negocio y extinguiendo prácticamente el empeño.
Lo cierto es que gracias a los excesivos precios con todo lo que respecta al material del oro y debido a los problemas antes mencionados, la compra y venta del oficio dorado ha disminuido con respecto a otrora, siendo así una desventaja para la economía nacional y cada uno de los que se dedican a esta labor.
Emanuel Faría/ Pasante
Fotos: José López
Noticia al Día