Víctor Maldonado, politólogo y director Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Caracas, asegura que Libertador requiere reproducir cada año nuevos empleos para garantizar la calidad de vida de sus habitantes. Pero señala que el alcalde Rodríguez establece una estrategia antiempresa y antiempleo con sus decisiones. El experto indica que el país lleva tres años en decrecimiento con un desempleo que ronda el 14%.
-¿El Plan Caracas Socialista contribuye con las mejoras que requiere Libertador?
– No. En ese plan solo se quiere que todos los comercios se parezcan y se elimine cualquier posibilidad de competencia. Prevé políticas muy draconianas en la publicidad y uniformidad de fachadas. Es muy extraño que en Libertador se obligue a comprar un solo tipo de puertas (microperforadas) que todos sabemos que son producidas y servidas por una única empresa. La ciudad socialista está llena de invasores, comercios cerrados, delincuencia, desempleados y un gobierno especialmente ausente, con locales que viven de la renta nacional luego de prestar dinero.
-¿Qué debe garantizar un plan en Libertador?
-El libre comercio y la participación de varias empresas en los cambios estructurales y urbanísticos. El municipio no está allí para reprimir, sino para garantizar el derecho de propiedad, fomentar nuevos emprendimientos y activarlos para generar empleos.
-¿Qué ocurre cuando se ataca a los comerciantes?
-Cada vez que se ataca a una empresa se afectan empleos. En Libertador no son capaces de producir empleos suficientes para sus habitantes y por eso lo vemos lleno de economía informal y muy desasistido en servicios públicos.
-¿En qué otros aspectos está desasistido Libertador?
-En la seguridad. Es la zona más peligrosa de Caracas y el país, y tiene la infeliz circunstancia de ser la parte más peligrosa de América Latina. En vez de estar preocupado por garantizar la seguridad para que el comercio se pueda dar, Rodríguez se encarga de reprimir, de generar caos e invasiones.
-¿En el bulevar El Cementerio, en el Centro y Sabana Grande, reprimen a comerciantes obligándolos a poner puertas microperforadas?
-Sí. En esas zonas se obliga a cambiar puertas y a perseguir a los comerciantes. Significa obligar a una inversión. Las santamarías microperforadas no garantizan suficiente seguridad subjetiva de comerciantes y desincentiva a quedarse en Libertador. La gente coloca una puerta para garantizar límites de los derechos de propiedad. Yo quiero ver al alcalde Rodríguez durmiendo detrás de una microperforada. Él no es capaz de cuidar al municipio de noche. Rechazamos que sofoque a comerciantes con exigencias cosméticas y que evite publicidad de sus productos, la esencia de la libre competencia.
-¿Pudiera generarse una salida masiva de comerciantes del municipio?
-Sí. Muchos seguirán ruta de los organismos públicos, que por inseguridad se mudaron a otros municipios. En 12 años no han hecho nada en Libertador, es tanta la ruina que hasta el Gobierno se muda. Pensar una ciudad equilibrada supone seguridad y servicios. Hace tiempo Rodríguez dejó de pensar en la ciudad. Solo tiene una ideología destructiva. Quedará un municipio sin empleo ni comercios, y otros con servicios y seguridad. La ciudad necesita resolver entre 20 y 50 mil empleos al año para asegurar su crecimiento. Aquí solo se garantiza expropiación y la lógica del parlamentarismo de calle para los que apoyan al Gobierno, lo que dejará a Libertador sin comercios. No va a tener a quién cobrar impuestos. La alcaldía va en vías de quebrar al municipio, de someter con hambre a Libertador y dejar que residentes vivan de dádivas del Estado. Habrá un cementerio de desempleo. Eso lo hundirá. Lo único que agradece el pueblo es una economía boyante.