Kuczynski y Fujimori batallan por el segundo lugar en Perú

   Ollanta Humala pasó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, pero dos rivales que impulsan un programa totalmente distinto al suyo, el liberal Pedro Pablo Kuczynski y la hija del ex mandatario Alberto Fujimori, Keiko, campean por desafiarlo.

El candidato nacionalista por Gana Perú obtenía 26,99% de los votos, reveló la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) con 43% del escrutinio. Le sigue el economista Kuczynski con 23,61%; y la congresista Keiko Fujimori, con 21,84% de respaldo.

La confusión ha estado presente en el final de esta contienda, ya que los resultados oficiales chocaron con los primeros conteos a boca de urna de las empresas encuestadoras que aseguraban que la segunda vuelta del cinco de junio sería entre Humala y Fujimori.

En ese columpio de cifras, Fujimori, candidata por el partido Fuerza 2011, se mostró segura de ir a balotaje, aunque apeló a la «calma», el mismo discurso que Kuczynski utilizó para dar ánimos a sus seguidores, pero a diferencia de la congresista, sin aires de victoria.

La sorpresa fue para el expresidente Alejandro Toledo (Perú Posible), que obtuvo 15.6% en el resultado oficial, a pesar de que hasta marzo lideró los sondeos. Más estrepitoso fue el final del centroderechista Luis Castañeda (Solidaridad Nacional), exalcalde de Lima que llegó al quinto lugar con 9,9%.

La conversión

El triunfo del excoronel Humala, previsto desde hacía dos semanas por las encuestas, evidencia que el candidato de izquierda logró pulir su imagen de radical, un hecho que le impidió ganar por primera vez en la contienda de 2006.

Para aquella época pregonaba un discurso antimercado, se vestía con las camisas rojas y expresaba su admiración por el presidente Hugo Chávez, lo que avivó el temor de que el modelo bolivariano se implantara en la sociedad peruana.

Humala, a sus 48 años, adoptó para esta contienda un estilo similar al del ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva -prácticamente de hombre moderado-, y tomó distancia públicamente de Chávez, a quien le pidió que no se entrometiera en Perú; ese hecho lo terminó de impulsar entre quienes sentían dudas hacia él.

Tal estrategia política demostró hasta dónde la relación con Chávez o Lula pueden cambiar el curso de una contienda electoral a partir de ahora América Latina.

Por eso ayer Humala pedía a los peruanos que fueran «sin miedo a votar. Acá estamos afirmando la democracia, no la estamos cuestionando».

El avance de Kuczynski se terminó de asomar esta semana, y aunque reñía con Fujimori en los sondeos, los analistas preveían ese panorama.

Exministro de Economía del gobierno de Toledo; adinerado, reconocido en los círculos empresariales, Kuczynski representa para muchos a la extrema derecha y el liberalismo absoluto, por lo que unir a las otras tendencias, incluidas las contrarias a los humalistas, será una tarea titánica.

Lo relevante de estos primeros resultados es que el líder nacionalista logró aglutinar el voto de los sectores populares del centro, norte y sur del país, los menos favorecidos de esa bonanza económica que los otros candidatos han defendido.

Un ejemplo de esa realidad fue su resultado en la rica región de Arequipa, marcada por fuertes contrastes socioeconómicos, donde Humala consiguió ser el más votado, seguido de Kuczynski, una muestra del fuerte nivel de polarización que hay en Perú, y que ahora puede llegar a acentuarse más.

Alianza para el Gran Cambio, la agrupación del derechista Kuczynski tendrá ahora que formar alianzas si quiere que su candidato, de 74 años de edad, triunfe en junio, por lo que los próximas semanas serán decisivas para conocer la capacidad de unidad de los partidos políticos del país ante lo que han llamado «el futuro mal», en referencia a Humala.

Y es que las alianzas y la campaña negra son mal recuerdo para el líder de Gana Perú: en 2006 Humala obtuvo en la primera vuelta el 30,6% de los votos, pero al final perdió contra el actual el presidente Alan García, quien avanzó con 47,6%. Algo similar a lo que ocurrió con Lula en Brasil, que luego de tres intentos, finalmente en el último ganó.

Por su lado, Fujimori estuvo bendecida por seguidores del régimen de su padre, quienes vieron cómo «el chino» derrotó la guerrilla de Sendero Luminoso e impulsó la economía, y de haber triunfado se habría convertido en la primera mujer presidenta del país.

Fujimori ni bajó ni subió en esta contienda, estuvo en el mismo nivel que le daban las encuestas (20-22%), y si los resultados tienden a cambiar, la base dura de su padre desperdigada en los sectores populares tendrán la voz final.

Los peruanos escogieron también a sus representantes para el Congreso, y según un sondeo a boca de urna de la firma Ipsos, el partido de Humala tendría 41 escaños, el de Fujimori 35, el de Toledo 22 y el de Kuczynski 17. Negociar para gobernar será un reto crucial.

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