Ricardo Izecson Dos Santos dejó esta tarde la Clínica Monica de Amberes para retornar a Madrid, donde realizará la rehabilitación, y declaró: «todo bien, ahora hay que tener paciencia» para la recuperación, que hará en España.
Kaká, ante las críticas acerca de que pudo ocultar su lesión, recalcó que «siempre dejé claro que molestaba un poco», si bien apuntó que «tenía molestias ya, pero no sabía que era tan importante».
También intentó dejar claro que «siempre traté la pubalgia» que sufrió durante buena parte de la temporada pasada, y que «no sabía que era tan grave» el problema de su rodilla izquierda, en la que a la lesión de menisco se unió un deterioro del cartílago.
«Ha sido muy triste, ha sido difícil, porque al principio era algo sólo del menisco. Cuando se vio que era el cartílago que no estaba bien fue una sorpresa para mí», añadió el internacional brasileño.
«Hice los exámenes, nos sentamos todos y se decidió que era lo mejor operar», explicó el jugador, quien fue sometido a una artroscopia por el conocido médico Marc Martens, especializado en articulaciones y uno de los más famosos en el mundo deportivo.
El jugador, que ha estado acompañado de su padre y su esposa, salió de la clínica caminando por su propio pie, aunque ayudado por muletas, y apareció sonriente y con aparente buen ánimo, antes de subir a un vehículo con destino al aeropuerto de Bruselas, donde tenía previsto tomar un avión privado con destino a Madrid.
Kaká añadió que el doctor Martens tuvo un trato «muy especial» con él, y le aseguró que quiere «que esté bien, que esté feliz, para ser un jugador de alto nivel».