“Al contrario, lo que se percibe es la intención de alimentar la subversión, es importante reevaluar la memoria frente al olvido”, aseveró en su columna El Espejo, publicada este lunes en el diario Últimas Noticias.
“Mientras se piense que el problema consiste en salir de Chávez como sea, por cualquier vía y método, que fue lo que inspiró la aventura del 11-A; mientras no haya reconocimiento de que tal actitud es inaceptable, ese recurso que se empleó seguirá vigente para ese sector”, advirtió.
Rangel, señaló que el dilema sigue siendo “aceptar que hay una nueva realidad en el país, cambios profundos, un proceso revolucionario anclado en la sociedad, democrático y normado por la Constitución bolivariana o cuestionar esa realidad al extremo de emplear la fuerza cuando las condiciones lo permitan”.
Además refirió que “los sectores que actualmente niegan su participación en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 ponen en evidencia su cinismo y cobardía, porque los medios de comunicación que sirvieron de punta de lanza para realizar el golpe, difundieron la trama de este sector contra el Estado de Derecho y el gobierno constitucional de Chávez”.
“La responsabilidad se diluye en cínicos silenciosos, explicaciones truncas y justificaciones vergonzantes. Ya que una de las características de lo que ocurrió ese día es la infinita cobardía de quienes se acordaron en la trastienda de la conjura pretendiendo no dejar huella, cuando los medios que les sirvieron de punta de lanza los pusieron en evidencia”, fustigó.