Lo primero que choca de esta cámara es su curiosa forma, mezcla de un objetivo de videocámara con un cuerpo a la vez de DSLR profesional y compacta, pero donde realmente brilla es en sus prestaciones.
Un sensor CMOS de 10Mp junto con una lente Konica Minolta HD, zoom x10 y sesibilidad de ISO100 a ISO6400. Permite la toma de hasta 144 fotografías a alta velocidad a 5,7Mp y la grabación en formato Full HD 1080p a unos sorprendentes 60fps (36Mbps).
Cuenta con una pantalla táctil inclinable de 3 pulgadas, 32GB de memoria interna, ranura SD, puerto miniUSB, HDMI y batería para 2 horas de grabación continua.
Como motor de procesamiento de imagen utiliza el sistema de nueva generación para cámaras de alta definición FalconBird, y cuenta con estabilización óptica de imagen. Todo un “pepino” que posiblemente saldrá a la venta en Japón a finales de mes por probablemente 900 euros.