El fallo para juzgar al doctor Conrad Murray se emitió el martes, después de una audiencia preliminar de seis días en Los Angeles.
Las autoridades señalan que Murray, de 57 años, dio a Jackson una dosis letal del poderoso anestésico propofol, combinado con otros sedantes, y que luego no proporcionó la atención adecuada al llamado “Rey del Pop”.
Asimismo, el juez acordó respaldar una petición del Consejo Médico de California para suspender la licencia del médico de Jackson. Así, Murray no podrá ejercer como médico en el estado.
El juez de la Corte Superior Michael Pastor afirmó también el martes que había adoptado la medida contra Murray basado en su decisión anterior, de que el doctor debe enfrentar juicio por el homicidio involuntario de Jackson.
Pastor indicó que había acordado la suspensión de la licencia de Murray en defensa del mejor interés de la seguridad pública.
El médico de Murray Ed Chernoff pidió al juez que contuviera su decisión para permitirle apelar el caso, pero Pastor se negó, al señalarle a los abogados del médico que deben notificar a todos los distritos donde Murray trabaja sobre su decisión en un lapso de 24 horas.
Murray tiene clínicas en las ciudades de Houston y Las Vegas.
Más temprano, el forense que realizó la autopsia de Michael Jackson declaró que habría clasificado la muerte del astro del pop como homicidio incluso si el cantante se hubiera inyectado a sí mismo la dosis fatal de propofol.
Christopher Rogers, jefe de medicina de la oficina forense del condado de Los Angeles, fue interrogado por un abogado de Murray.
El abogado J. Michael Flanagan sugirió que Jackson pudo haberse tragado la droga, que se supone debe administrarse de manera intravenosa. Aunque Rogers dijo que eso era poco probable, señaló que no habría marcado diferencia alguna en sus hallazgos debido al cuidado inadecuado de Murray.
La pregunta de Flanagan fue la primera revelación de cómo la defensa planeaba enfrentar el cargo de homicidio involuntario contra Murray. El abogado insinuó que Jackson pudo haberse inyectado propofol a sí mismo mientras Murray estaba fuera de la habitación.
La declaración se produjo durante la audiencia preliminar de varios días, luego de la cual el juez decidió que sí existe suficiente evidencia como para enjuiciar a Murray.
Murray se declaró inocente. Sus abogados sostienen que no le dio a Jackson nada que haya podido causarle la muerte.
En la corte, Flanagan presentó un gráfico mostrando los niveles de fármacos en la sangre de Jackson al momento de la autopsia.
Flanagan le preguntó a Rogers: “Si la ingestión (de propofol) es por el difunto (y) llevó a estos niveles en la sangre, ¿no sería homicidio?”
Creo que todavía sería homicidio”, respondió Rogers.
Al preguntarle por qué, el testigo dijo: “Basado en la calidad del cuidado médico, seguiría llamándolo homicidio aun si el doctor no le administró el propofol al señor Jackson”.
Rogers resaltó que el propofol no debió siquiera estar presente en la habitación, pues sólo debe administrarse en ambientes hospitalarios. “Si hubo propofol allí, el médico debió haberse preparado para las consecuencias”.
Rogers declaró que Jackson tenía el corazón fuerte y que estaba en general sano.
“El cuidado fue de calidad inferior”, señaló Rogers. “Hubo varias acciones que debieron haberse tomado”.
Añadió que Murray estaba usando propofol inadecuadamente para tratar al músico por insomnio y que el acusado cometió un grave error al dejar a Jackson solo bajo los efectos del anestésico momentos antes de su muerte.