Jaime Antonio Alegría de 23 años de edad, transitaba por el mencionado sector, cuando unos motorizados bajo el anuncio de “Ese es” y con pistola en mano, le anticiparon que lo que venía no sería bueno, por lo que este buscó refugio en el templo.
Pero ni el lugar “sagrado”, ni el gran número de personas que esperaban por la misa que estaba por comenzar, frenaron a los delincuentes que a tan sólo pasos del altar terminaron con la vida de Jaime de un disparo en la cabeza.
El hecho generó angustia y consternación en los presentes, que manifestaron que ni en las iglesias ahora pueden sentirse seguros.
Al lugar se apersonaron funcionarios de la Policía Municipal del Sucre, quienes trasladaron al joven hasta el Hospital Domingo Luciani, donde ingresó sin signos vitales.