José Vicente Rangel duda de la capacidad de la oposición de asumir una derrota en elecciones parlamentarias del 26 de Septiembre.

El periodista José Vicente Rangel expresó, en su columna publicada este lunes en el diario Últimas Noticias, sus dudas en torno a la capacidad de toda la oposición de asumir cívicamente una derrota en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre.
Ratificó que en la contrarrevolución hay dos niveles de acción: unos grupos que asumen el proceso electoral democráticamente, aun cuando ante una situación límite podrían plegarse a opciones aventureras como lo hicieron en los años 2002 y 2003 (golpe de Estado y sabotaje petrolero), mientras que otros lo encaran en términos subversivos.

Advirtió que algunos sectores en la oposición se plantean salidas extremas en la actual coyuntura, que se evidencian en los ataques contra el sistema bancario, preparativos para calentar la calle, el incremento de la presencia paramilitar y la captura de un importante terrorista de la región, el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, quien ingresó al país con pasaporte falso y pertenece al grupo de Luis Posada Carriles.

Rangel destacó el carácter atípico, insólito e inusitado del proceso comicial venidero, pues estima que en él se juega algo más que la escogencia de los diputados que integrarán el Poder Legislativo.

“No sé, por ejemplo, si el chavismo está consciente de que se está jugando la suerte del proceso revolucionario en unas elecciones parlamentarias, algo que ni siquiera sucede en unas presidenciales. Y no sé si toda la oposición tiene clara tal circunstancia, si está preparada para encarar con talante cívico una derrota. Lo que sí sé es que en la oposición hay sectores que quieren jugarse el todo por el todo”, sostuvo.

Apuntó, en cuanto al chavismo, que “no sé si en él existe conciencia de que en el escenario hay algo más que una disputa por el favor de los electores, es decir, si percibe que los comicios de septiembre son algo más que una puja para obtener mayoría en la Asamblea Nacional (AN); que se trata de un momento crucial de la lucha por el poder”.

Añade Rangel que la característica del momento actual es la anormalidad.

“No es la rutina democrática respetada por las partes, sino la excepción. ¿Por qué” Porque la revolución siempre es excepción, y aquellos que se oponen a ella no vacilan en apelar a cualquier recurso. Durante más de una década, lo demostró la oposición, alentada por poderosas corrientes políticas, ideológicas y económicas, dentro y fuera del país”, señaló en su columna.

Vía AVN