El especialista en economía aseguró que realizar una dolarización consiste en cambiar una moneda «mala» por una «buena», durante las ponencias en el evento, los invitados abordaron la crisis monetaria que afronta Venezuela tras la inflación y devaluación del Bolívar.
José Luis Cordeiro, ingeniero especialista en economía y finanzas presentó la segunda edición del libro La segunda muerte de Bolívar en un foro en la Cámara de Comercio de Caracas. Diversos especialistas acudieron con ponencias referentes a la devaluación de la moneda venezolana y la posibilidad de dolarizar como medida de recuperar el poder adquisitivo.
Durante su intervención, Cordeiro sostuvo que la mejor vía para recuperar el poder adquisitivo es la libertad monetaria. “Que la gente use la moneda que desee”, dijo en referencia a la posibilidad de una dolarización. “Los bolívares que llevan en su bolsillo, no son de ustedes, sino del gobierno y en cualquier momento los pueden devaluar”, aseguró.
El escritor resaltó que el salario mínimo en Venezuela pasó de 450 a 11.578 bolívares desde 1974 a 2016, en este sentido ejemplificó con el costo de la arepa: la cual paso de 1 a 1.000 bolívares aproximadamente, desde el gobierno de Carlos Andrés Pérez al de Nicolás Maduro. Por lo cual con el salario que antes se adquirían 450 arepas, ahora solo se adquieren 11,5.
Dolarizar como alternativa
“Espero no tener que presentar otra edición del libro porque no vamos a llegar ni a cinco arepas”, aseveró Cordeiro. Como solución a la actual crisis monetaria, abogó por dolarizar la moneda, afirmó que el país tiene divisas para dolarizar hasta 50 veces, sea por la vía oficial o no.
Cordeiro criticó que el gobierno tenga viáticos de 700 dólares al día en sus viajes, cuando los “venezolanos comunes tienen ese mismo monto al año”.
“Es fácil hacer una dolarización, simplemente se cambia una moneda mala por una buena, algo parecido sucedió en 2008, sin embargo se cambio una moneda mala por una peor”, lamentó Cordeiro.
Rubén Pérez Silva, director del movimiento Talleres de Reconstrucción Nacional (TREN), advirtió que el país está dolarizado en muchos aspectos. Además añadió que este cambio no es “una pócima mágica”, para él, dolarizar no es un problema económico sino político y se deben tomar en cuenta a las personas de escasos recursos.
Reacciones
El diputado de la AN, Tomás Guanipa recordó que, cuando el precio del barril de petróleo se ubicó en 7 dólares, no hubo colas. Considera que lo que ocurre en Venezuela es consecuencia del populismo, lamentó que ninguno de los programas sociales anteriores se tradujera en salud o educación.
“La ciudadanía estará abierta al cambio en la medida en que adquiera conocimientos económicos”, dijo el parlamentario. Criticó también que el fallecido presidente Hugo Chávez sostuvo que el consumismo era malo y lo profundizó a niveles nunca antes visto.
En otro orden de ideas, el presidente de Cedice, Rafael Alfonzo Hernández deploró la propuesta impulsada por Primero Justicia en la AN de dolarizar los salarios, a su juicio el llamado debió ser para dolarizar la economía en su totalidad.
Para Hernández, el país requiere una política comprometida a dejar de lado el populismo, a su juicio Venezuela lleva 60 años de políticas económicas erradas, abogó por la libertad como principio para garantizar el progreso económico.
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Víctor Maldonado, aseguró que los venezolanos son víctimas del populismo. Lamentó que en el país la mitad de los trabajadores están en el sector informal, a su juicio “la moneda está arruinada y es muy costoso arreglarlo, es necesario quitarle estructuras de poder al Estado”.
Por su parte, Willians Ruiz resaltó la importancia de controlar la emisión de dinero para mantener a raya a la inflación. Sostuvo que el problema venezolano radica en que el gobierno aumenta el salario en vez de disminuir la inflación, lo cual se traduciría en un mayor poder de compra.
Antes de finalizar la presentación, José Luis Cordeiro recordó con orgullo que las últimas palabras públicas que expresó Arturo Uslar Pietri, fueron las escritas en el prólogo de la primera edición del libro La segunda muerte de Bolívar.