La actuación que la cantante y actriz iba a realizar suscitó fuertes críticas, lo que provocó la siguiente declaración en su sitio oficial: «Jennifer López jamás daría apoyo consciente a ningún estado, país, institución o régimen que esté asociado con cualquier forma de violación de los derechos humanos. Tras una completa revisión de las circunstancias relevantes de Chipre, la decisión de sus asesores fue dar marcha atrás con su presentación. Ha sido una decisión del equipo que refleja nuestra sensibilidad con las realidades políticas de la región».
Tanto López, como Marc Anthony y sus dos hijos habían previsto hospedarse en el Hotel Cratos Premium, ubicado en una conflictiva zona en la que miles de grecochipriotas quedaron desplazados desde 1974.
El 24 de julio iba a ofrecer un concierto, pero los organizadores del evento declararon que la última semana los representantes de Jennifer comenzaron a recibir cartas repudiando la presentación, aunque pensaban seguir adelante. Sin embargo, un grupo en Facebook que se oponía al show registró casi 20 mil miembros en una semana.
Chipre se dividió tras una invasión turca, consecuencia de un golpe grecochipriota gestado por la junta militar que gobernaba Grecia durante 1974. El conflicto es uno de los que más larga data cuenta dentro de la agenda de Naciones Unidas. Alrededor de 200 mil personas, tanto greco como turcochipriotas, fueron desplazadas entre la guerra de 1974 y del conflicto étnico que comenzó en 1963.