Aunque fue el candidato más votado en los comicios del domingo, no alcanzó los votos suficientes para vencer en primera ronda.
Como comediante y personaje de la televisión, Jimmy Morales se convirtió en una de las figuras más celebradas para los guatemaltecos, que este domingo lo consagraron como favorito para gobernar el país centroamericano, estremecido por los escándalos de corrupción.
Las revelaciones de un esquema de defraudación fiscal que causaron la renuncia y detención del expresidente Otto Pérez hicieron que Morales, aspirante por el partido derechista FCN-Nación, emergiera como el candidato alternativo que capitalizó el favor de una población hastiada de los políticos tradicionales.
Y aunque fue el candidato más votado en los comicios del domingo, alcanzó apenas 26,64% de los votos con cerca de 65% de los sufragios escrutados, insuficiente para vencer en primera ronda, lo que requiere la mitad más un voto.
La segunda ronda se disputará el 25 de octubre con un rival que está por definir.
De 46 años, comediante de televisión, actor cómico y productor, Morales ahora aspira a emular a «Neto», el ficticio personaje de un vaquero ingenuo que él personificó en una película, en la que se convierte en presidente.
«La gente en la calle me pregunta si soy Nito o soy Neto. Soy Neto, no soy bonito pero soy coqueto», suele decir Morales en sus discursos, seguido por risas y aplausos, que le permiten romper el hielo para hablar de su intención de colocarse la banda presidencial el próximo 14 de enero, cuando debe asumir el nuevo gobierno.
«Durante 20 años los he hecho reír, les prometo que si llego a ser presidente no los voy a hacer llorar», afirma Morales, quien no obstante ha reconocido en varios foros que no posee un plan de gobierno definido.
Casado y padre de cuatro hijos, Morales posee, además de sus dotes artísticas, estudios de teología, administración de empresas y estrategias de seguridad, según su sitio web.
Asimismo, el aspirante dice ser «empresario, docente universitario, comunicador, académico, filántropo y político».
La sombra militar
En las elecciones pasadas, en 2011, el comediante intentó dar sus primeros pasos en política pero fracasó en sus aspiraciones para alcanzar la alcaldía del municipio de Mixco, colindante al oeste con la capital. En esa oportunidad compitió por el ahora desaparecido partido Acción de Desarrollo Nacional (ADN, derecha).
Morales ha centrado su campaña en asegurarle a la población que es un candidato diferente, tratando de desligarse de la desgastada clase política bajo el lema «Ni corrupto, ni ladrón».
«Soy una clase nueva de político que respeta acuerdos y no compra voluntades, que no hace negocios para vender plazas (de trabajo)», declaró Morales a medios nacionales.
Sin embargo, enfrenta una serie de críticas por el pasado del partido FCN, que lo postula, fundado en 2008 por militares retirados que grupos de derechos humanos vinculan a vejámenes cometidos durante la guerra civil guatemalteca (1960-1996).
Incomodado por el señalamiento, Morales niega hasta la saciedad la presencia de militares en sus filas.
Asimismo, asegura que «el FCN no tiene financiamiento de fuentes oscuras».
Su hermano Sammy ha salido en su defensa: «Un comediante… Un simple comediante puso a toda la clase política a temblar y a invertir millones de quetzales y todo tipo de recursos para desacreditarlo y para bajarlo de la moto», escribió en su cuenta de Facebook.
fuente prensa, guatemala