Venezuela se está convirtiendo en una celda colectiva, cada día se hace más difícil salir de los hogares, las calles siguen muy inseguras y muchos funcionarios de los cuerpos de seguridad se convierten en los ejecutores de acciones delincuenciales como robo, hurto, secuestro exprés, cobro de vacunas, lo que hace muy difícil identificar quien realmente te está cuidando. Además de ello, está la situación económica, que luego de las fatales medidas económicas anunciadas por el gobierno nacional el costo de la vida se elevó a porcentajes (%) incalculables, por lo que el aumento del salario mínimo quedó pulverizado en días, aun sin ser recibidos o devengados por los trabajadores. Todo ello activó masivamente las intenciones de abandonar el país de cientos de venezolanos, hecho que se complica a diario producto de las exigencias y presiones de algunos países sobre la presentación de pasaportes, sin entender que este hecho no es cuestión de irresponsabilidad del ciudadano venezolano, es que en Venezuela obtener un pasaporte o renovarlo es un trámite que requiere el pago a gestores, los cuales oscilan desde 500 y 2000$, además los costos elevados para la compra de pasajes aéreos (además de limitados) y obliga a muchos ciudadanos a salir del país por la vía terrestre.
Los escenarios y pronósticos futuros son pocos alentadores, el gobierno inició una serie de acciones en contra de muchos comercios lo que sin duda, en poco tiempo, elevará la escasez y los altos precios (post acciones gubernamentales). Mientras la economía no se active, le podrán quitar mil ceros a la moneda pero eso no resolverá el problema.
La angustia de los venezolanos crece cada día, es que ya nada funciona bien, ya ni los $ o remesas que envían desde el exterior a muchos venezolanos les alcanza para vivir en Venezuela, porque ya los precios son demasiados altos, y es que un pan francés supera los Bs.S. 3,20, un refresco Bs.S.60, un kilo de queso Bs.S.160, la verdad es que se hace invivible Venezuela con esta situación.
Por otra parte, la clase política venezolana se encuentra estacionada con los mismos argumentos, el gobierno no cambia su discurso y la oposición no pega una. Mientras todo eso sucede los venezolanos se sienten huérfanos, como si nadie estuviese preocupado por la actual situación o no hay interés en resolverla. El abandono en las grandes obras de infraestructura es notable, así como la poca inversión en vialidad, transporte público, centros educativos, deportivos, agua potable, gas domestico, aseo urbano, plazas, parques, el descuido del estado venezolano para mejorar la calidad de vida de los venezolanos está a la vista de todos.
El pasado jueves 23 de agosto de 2018 en las instalaciones del hotel Inter Maracaibo se realizó una reunión entre Fedecamaras Zulia y el alcalde del Municipio Maracaibo Willy Casanova, en dicho encuentro se dejó claro que las impresiones de los empresarios zulianos sobre lo que se debería hacer para reimpulsar la economía marabina son muy diferentes a lo que piensa el alcalde de Maracaibo, además de quedar claro que la política de controles y perseguir a los empresarios seguirá presente desde las instancias de poder. En esa reunión también se evidenció que los gremios empresariales zulianos necesitan renovarse urgentemente, sus representantes son pésimos negociadores y sus posiciones antagónicas no solucionan nada para negociar con este gobierno, se necesita entender que el modelo NEOLIBERAL que proponen para solventar la situación económica este gobierno no lo aceptará. Como lo dijo Marcela Bentancourt “Cuando un gobernante se encuentra convencido que su política económica es la correcta a pesar que los resultados lo desmienten, sus opositores fracasaron en demostrar los errores del gobierno”.
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S.H Jesús Castillo Molleda (Profesor Universitario, Emprendedor, Politólogo, Coach Político, Locutor.