Se conoce como infantilada al período de la vida humana que comienza con el nacimiento y finaliza en la pubertad. El inicio del año 2017 en la actividad política nacional una vez más ha estado lleno de anuncios, promesas, amenazas, señalamientos, enroques, nombramientos. El gobierno nacional desde el momento de anunciar la conformación de los ministerios y al nuevo vicepresidente de la República dejó claro que el camino es la radicalización, defensa del gobierno, permanencia en el poder hasta el año 2018; el gobierno mantiene altos niveles de rechazo popular concentrados en los resultados de la errada política económica (que de no dar signos de mejoría, en corto plazo la implosión social seguirá siendo una amenaza permanente).
Es infantil pensar que desde las decisiones que pueda tomar la actual Asamblea Nacional bajo la sombra del Tribunal Supremo de Justicia (T.S.J.) el Presidente Nicolás Maduro pueda ser destituido y se pueda convocar a unas elecciones presidenciales, al igual que pretender que las fuerzas armadas estén dispuestas a dar un golpe de estado para entregarle el poder a los factores políticos de la oposición; y más infantil es seguir haciendo públicas las notables diferencias que existen entre los partidos que conforman la Mesa de la Unidad (M.U.D), y acusar de traidores a muchos de sus miembros sin tomar correctivos o expulsarlos.
El gobierno ganó terreno durante el año 2016 en haber logrado evitar la convocatoria del referéndum revocatorio presidencial, dividir a la oposición, haber logrado la instalación de la mesa de diálogo, enfriar las movilizaciones de calle masivas, debilitar a la Asamblea Nacional y reorganizarse en lo interno. Mientras que la M.U.D. se muestra confundida, sin un líder visible, sin dirección, llena de acusaciones a partidos como Un Nuevo Tiempo y el Partido Progresista de estar conviviendo con el gobierno, y Acción Democrática que está recibiendo beneficios del gobierno al igual que muchos líderes de la M.U.D. que han sido señalados por el Diputado Guevara y el gobernador Capriles de “guabinosos”.
Mientras todo esto ocurre los ciudadanos sienten que la actual clase política está desconectada de los principales problemas que los aquejan, que han acelerado la incertidumbre, y una gran mayoría de los ciudadanos están experimentando lo que se conoce en la psicología social como “Conmoción Existencial”, es decir, no saben qué hacer para enfrentar la aguda crisis presente, lo que puede desembocar en altos niveles de decepción lo que podría debilitar aún más el acompañamiento de los ciudadanos a manifestaciones de calle. Muchos dirigentes políticos de la M.U.D. han hecho llamados a la desobediencia civil mediante la activación del artículo 350 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, pero no explican cuáles serían los mecanismos de activación, lo que hace que la gente se confunda más. La indignación podría ser un estímulo para muchos, pudiendo generar que tomen acciones voluntarias sin esperar la dirección de representantes políticos, pero estas acciones para tener éxito deben ser organizadas, ser masivas y en cadena para que puedan impactar y lograr alcanzar objetivos.
La iglesia el pasado 5 de enero del año 2017 hizo nuevamente un llamado para que el próximo 13 de enero de 2017 los representantes de los sectores políticos confrontados se vuelvan a sentar e intenten buscar puntos coincidentes para minimizar confrontaciones y lograr avanzar en la búsqueda de soluciones tangibles. Por su parte, la M.U.D mantiene la tesis de que hasta tanto el gobierno no atienda los puntos planteados en los pasados encuentros no se volverá a sentar, lo que le daría nuevos argumentos al gobierno para decir que la M.U.D. no quiere diálogo y construir un discurso en donde el gobierno afirme que están dispuesto a dialogar solo que la M.U.D eligió el camino anti democrático al continuar sugiriendo la salida del presidente por mecanismos no constitucionales, y el cuento seguirá.
La M.U.D. necesita urgentemente lograr por lo menos que el Consejo Nacional Electoral (C.N.E.) se pronuncie sobre la fecha para hacer las elecciones a gobernadores y alcaldes, pero si se aleja de la mesa de diálogo y se mantiene pasivo hacia la organización de manifestaciones populares difícilmente pueda lograr que las elecciones se hagan en el año 2017. Son momentos de tener mayor sensatez y visión de futuro, de entender y comprender que el gobierno seguirá jugando muy duro y usará todo lo que tenga para seguir en el poder, así que son momentos de ser más estratégicos al diseñar una ruta creíble, además de que se conecte con el sentir de la gente y además que genere la rectificación del gobierno en su política económica. Como lo dijo Monique Heath “Quien quiera arrebatar el poder de un gobernante como a un niño se le quisiera arrebatar su juguete preferido encontrará una repuesta contundente”.
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S.H. Jesús Castillo Molleda (Profesor Universitario, Emprendedor, Politólogo, Coach Político, Locutor)