A solo 4 semanas de celebrarse en Venezuela las elecciones para elegir a los representantes de la Asamblea Nacional Constituyente la clase política venezolana ha creado falsas expectativas a sus seguidores para justificar su poca efectividad en el ejercicio de sus funciones públicas y políticas, mientras que el gobierno ha desarrollado una matriz de opinión en donde quieren vender la idea que es necesario desarrollar una nueva Constitución para resolver los problemas que afectan a los venezolanos, pero es falso que la constituyente sea para eso, la constituyente hoy representa para el gobierno una válvula de escape para permanecer en el poder por más tiempo con el apoyo de las instituciones y hacer creer que lo que no han logrado resolver es culpa de la vieja constitución y la oposición fascista.
Es poco creíble pensar que con la devastada economía nacional haga falta una nueva constitución para tomar las decisiones, si el mismo que convoca la constituyente es quien gobierna. El gobierno solo cuenta con un 20% de apoyo popular dividido a lo interno de los partidos políticos y dirigentes de la alianza entre los que rechazan la idea de cambiar la constitución de Chávez por aprobar una de Maduro. Esa división incentiva a que muchos oficialistas se abstengan en las elecciones del 30 de julio y puedan ser aliados circunstanciales de actores políticos de la oposición.
Asimismo, resulta poco creíble lo expresado por dirigentes políticos de la MUD quienes afirman que con las siguientes acciones van a quebrar al gobierno después de tres meses de protestas: 1. Nombramiento de unos magistrados por parte de la Asamblea Nacional (No reconocidos por el TSJ); 2. Nombrar rectores del Consejo Nacional Electoral por parte de la Asamblea Nacional (No reconocidos por la sala electoral del TSJ); 3. La convocatoria de un referéndum consultivo por parte de la Asamblea Nacional para el domingo 16 de julio de 2017 para preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo o no con la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente y la permanencia en el poder del presidente (Acto no reconocido por el CNE); 4. La aplicación de los artículos 333 y 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) –donde el 70% de la población desconoce cómo hacer tangible lo expresado en esos artículos-; 5. Las esperanzadoras actuaciones de la Fiscal General de la República; 6. Solo el 6% de manifestantes en la calle y de ese 6% solo 1% manifiesta ser la resistencia; 7. Con rumores de ruido de sables, con helicópteros solitarios, con trancazos, marchas, vigilias, concentraciones con poca participación de la gente; 8. Con tratar de evitar que el 30 de julio de 2017 la gente no logre llegar a los centros de votación a votar a favor de la ANC como si hubiera muchos que fueran a votar (ante el firme rechazo mayor al 75% de la población nacional a esa propuesta).
Estas expectativas incentivan a otros sectores de la sociedad civil a experimentar oportunidades de lograr capitalizar el descontento de ambos sectores políticos confrontados que no logran darle respuesta a la mayoría de la población. El escenario en donde el punto de quiebre fuera mucho más efectivo es dentro de las fuerzas armadas que obligarían al gobierno a desistir del llamado a la ANC y entrar en un proceso de negociación para una transición futura en donde todos participen.
Los días por venir se aventuran con una escalada mucho más fuerte de confrontación política en la que los radicales intentaran seguir incentivando el conflicto. A la MUD le urge encontrar la brújula que le guie a tomar mejores decisiones, a buscar quien pueda asumir el mando (Gerente de Crisis), incorporar a voceros por estados, diseñar acciones sorpresas y concentrar los mayores esfuerzos para hacer un evento de mucha fuerza y participación en la gran Caracas. El gobierno seguirá intentando sobrevivir y para lograrlo hará todo lo que este a su alcance por lo que no debe sorprender acciones con mayor presencia militar. Si a la población se le siguen vendiendo falsas expectativas esta se verá motivada en buscar otras opciones. Como lo dijo Margaret Gaynor “Solo hay dos tipos de estúpidos los que no saben que lo son y quienes a pesar que lo saben se empeñan en seguirlo siendo”.
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S.H. Jesús Castillo Molleda (Profesor Universitario, Emprendedor, Politólogo, Coach Político, Locutor)