El inicio del año 2019 ha marcado la ruta de la escalada de conflictos a las que se enfrentara el gobierno debido a su incapacidad de resolver los problemas económicos que prácticamente tienen quebrado al 93% de la población venezolana. Es un milagro vivir con el descontrol de precios en todos los rubros, lo cual tiene sentenciado el presupuesto familiar, en solo 20 días un kilo de carne pasó de Bs. 1.200.00 a Bs. 12.000.00, un pan francés de Bs.30.00 a Bs. 100.00, un kilo de queso de Bs.2.000.00 a Bs.10.000.00, un cambio de aceite para vehículos de Bs.15.000.00 a Bs.90.000.00, un pago por matrícula mensual en una escuela privada no baja de Bs.10.000.00, lograr comer se ha convertido en una suerte que no muchos logran cumplir.
El gobierno, sin duda, tuvo su oportunidad de rectificar, de mejorar la situación, de reactivar la economía, de fulminar el dólar paralelo, de modernizar el Estado, de aumentar la producción petrolera, de incentivar las inversiones, de atender los temas sensibles como la salud y los servicios públicos, el gobierno no tiene excusa de su fracaso y mucho menos cuando tienen 308 alcaldes, 19 gobernadores, 44 ministros, 116 viceministros, tienen el mayor dominio del Poder Judicial, Poder Ciudadano, Poder Electoral, Poder Moral, Fuerza Armada Nacional, Consejos Legislativos, Concejos Municipales, cuesta creer que tanta gente no pudo en 20 años tener éxito en la manera de gobernar.
Al gobierno se le acabaron las escusas o frena de inmediato la hiperinflación o deben enfrentar una escalada de conflictos de nuevo, con la diferencia que en este momento hay demasiada gente molesta y los sectores opositores cuentan con un apoyo internacional que les garantiza financiamiento para mantenerse firme en actividades de protestas múltiples. El ambiente que se respira en las calles es de una alta decepción y desesperación ciudadana, inclusive los mismos seguidores del gobierno se encuentran paralizados ante tanto desastre.
El miércoles 23 de enero de 2019 nuevamente se encontraran en la calle los seguidores del gobierno y de la oposición con el llamado a eventos de calle, deseamos que ese día la sensatez prevalezca para evitar confrontaciones de ambos grupos, las cuales no solucionan la crisis y que ese día le sirva al gobierno como un termómetro para medir el alto rechazo que tiene en estos momentos y que le será muy difícil recuperar niveles de popularidad mientras Maduro se siga equivocando, lo que puede incentivar a un quiebre interno entre los aliados del gobierno.
Los niveles de la crisis son tan agudos que ya ni las remesas familiares que envían del exterior a los venezolanos está permitiendo enfrentar la hiperinflación en bolívares y moneda extranjera que se registran en la devastada economía venezolana. Se hace necesario encontrar un punto de encuentro entre los sectores opositores y de gobierno, entendiendo que los principales protagonistas para provocar los cambios que se desean son unos ciudadanos unidos en masas o unas fuerzas armadas que intervengan para evitar un mayor desastre. El gobierno ya demostró que no se encuentra capacitado para gobernar y eso los obliga a buscar salidas negociadas en la que todos puedan salir beneficiados. Como lo dijo Andrea Valenzuela “La terquedad de un gobernante en querer seguir haciéndolo mal provocará una salida inevitable de su gobierno por fuerzas populares o por las fuerzas armadas”.
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Profesor Universitario, Emprendedor, Politólogo, Coach Político, Locutor