LA PAZ.- La segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, se proclamó presidenta de Bolivia en sesión legislativa sin quórum.
Áñez alegó que asumió la presidencia interina ante “la necesidad de crear un clima de paz social” en el país. “Queremos convocar a elecciones lo más pronto”, dijo en un discurso.
La principal misión de la Presidencia interina de Bolivia será convocar nuevos comicios en un plazo de 90 días.
“Morales no debió ser candidato cuando todos los bolivianos le dijimos que ya no se podía volver a postular, no hay institucionalidad democrática en el país”, aseguró Jeanine Áñez a la cadena CNN en Español.
La sesión de la Cámara de Diputados boliviana que convocó Áñez, para tratar la renuncia del presidente Evo Morales, había sido suspendida este martes por falta de quórum, y al parecer fue reprogramada para este miércoles.
Los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia no asistieron a la cita, tras haber pedido “amplias garantías” para que todos puedan llegar al recinto, en La Paz, que se encuentra rodeado por barricadas y fuerzas armadas.
En tanto, 15 países integrantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) exhortaron el martes a las fuerzas políticas bolivianas a definir con “urgencia” un presidente interino tras la renuncia de Evo Morales para que convoque a elecciones lo antes posible.
La declaración de seis párrafos, leída por el embajador brasileño Fernando Simas, no incluye la expresión “golpe de Estado” pese a que varios gobiernos latinoamericanos así han descrito lo acontecido en Bolivia durante el fin de semana.
La declaración fue suscrita por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela, cuyas delegaciones no la sometieron a votación para que fuera adoptada por la OEA como una resolución.
La embajadora alterna Ivanna Bracamonte ocupó el escaño boliviano durante la sesión extraordinaria que el Consejo Permanente celebró para abordar la crisis boliviana, horas después de que el embajador José Gonzáles presentara su renuncia irrevocable. Bracamonte no ejerció derecho de palabra.
La delegada de Antigua y Barbuda, Joy-Dee Davis-Lake, criticó al texto porque no expresa preocupación por lo ocurrido en la nación andina.
La declaración se limita a “rechazar todos los actos de violencia, cualquiera sea su origen, que atenten contra la estabilidad y la defensa de la democracia en Bolivia”.
La mexicana Luz Baños, cuyo gobierno acogió el martes a Morales como asilado, condenó lo que consideró como un golpe de Estado y criticó con dureza al secretario general Luis Almagro por haber emitido un breve comunicado la víspera refiriéndose a la crisis boliviana.
Almagro “permanece sorpresivamente callado. Nos preguntamos cuáles son sus prioridades y sus urgencias”, indicó.
En su comunicado de 128 palabras, Almagro exhortó a los legisladores bolivianos a sesionar cuanto antes para designar nuevas autoridades.
El diplomático estadounidense Carlos Trujillo calificó como “ridícula” la aseveración que lo ocurrido en Bolivia fue un golpe de Estado.
“Si hubo alguna amenaza a la democracia fue perpetrada por Morales”, señaló.
Morales renunció el domingo tras semanas de protestas originadas por unas disputadas elecciones.