“Tras un fin de semana de refelexión, en el que ha consultado con mis compañeros electos, mis colaboradores y mi familia, considero que es mi deber dimitir como presidente de la Federación Francesa de Fútbol”, indicó Escalettes en su comunicado.
“Presentaré mi dimisión al término del Consejo Federal del 2 de julio próximo. Permaneceré a disposición de todos para analizar sin complacencias las razones del fracaso de la selección de Francia en Sudáfrica. Hablaré de esto el viernes ante mis compañeros del Consejo Federal (de la FFF)”, señaló.
La posición de Escalettes había quedado en una posición muy difícil tras la debacle histórica de los ‘Bleus’ en el Mundial-2010 y, sobre todo, tras el escándalo de Nicolas Anelka, que según la prensa insultó gravemente al seleccionador Raymond Domenech, lo que motivó su expulsión.
El resto de jugadores presentaron un pulso a los responsables de la FFF al negarse a entrenar un día como medida de protesta.
La ministra de Deportes francesa, Roselyne Bachelot, había indicado el miércoles, un día después de la derrota definitiva ante Sudáfrica (2-1), que la “dimisión” de Escalettes era “inevitable”.