«Trescientos sesenta millones de personas podrían tener la experiencia de estar en el estadio siguiendo los partidos, sería como 100 veces el número de espectadores del Mundial de 1994 en Estados Unidos», dijo Kohzo Tashima, jefe ejecutivo de la candidatura nipona, en la presentacion del miércoles.
Entre esos avances tecnológicos revolucionarios se encontraría la posibilidad de eliminar cualquier barrera comunicativa, con máquinas de interpretación y traducción en tiempo real, y facilidades para conexiones rápidas en pantallas móviles, del tamaño de la palma de una mano.
Entre los proyectos-estrella en 3D estaría emitir imágenes en tiempo real en pantallas planas situadas en 400 estadios de todo el mundo, según los planes iniciales, para permitir a aficionados situados en otros lugares sentir en primera persona la sensación de estar viendo en directo el partido.
Stringer señaló por su parte que estos avances eran posibles en estos doce años, ya que la tecnología permite cosas nuevas cada día y está en constante desarrollo e innovación.
«La verdad es que el mundo está cambiando cada vez más rápido, más de lo que podemos imaginar», dijo el dirigente de Sony. «Puedo decir que esto no es ciencia ficción, en el 2022 será un hecho científico», insistió.
El ministro de Deportes del país asiático, Kan Suzuki, dijo que el gobierno está preparado para dar «garantías absolutas», no sólo sobre apoyos políticos y financieros, sino sobre las promesas tecnológicas. «El reto para la FIFA, para el fútbol, es identificarse con la siguiente gran idea», dijo.
Japón aspira a albergar el Mundial de dentro de doce años, al igual que Estados Unidos, Australia, Corea del Sur y Qatar. También el jueves, la FIFA designará la sede para 2018, algo a lo que aspiran Inglaterra, Rusia, España/Portugal y Bélgica/Holanda.