“Estamos en alerta desde que desplegamos nuestras unidades militares, y vamos a seguir preparados y vigilantes”, señaló Itsunori Onodera a la prensa.
Las Fuerzas de Autodefensa (el nombre del ejército japonés) instalaron el martes misiles Patriot en el centro de Tokio y en torno a la capital para enfrentar cualquier disparo de Corea del Norte que amenazara el archipiélago.
Otras baterías de misiles interceptores también van a ser instaladas en la isla meridional de Okinawa.
Pyongyang, que instaló hace poco dos misiles de mediano alcance en su costa este, anunció el viernes que no podía garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas en su territorio a partir del 10 de abril, sugiriendo un disparo de misil inminente o un ensayo nuclear.
El martes, el régimen de Corea del Norte agitó el espectro de una “guerra termonuclear” y pidió a los extranjeros que se hallan en Corea del Sur que se preparen a abandonar el país.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, reiteró el miércoles que su gobierno estaba tomando “todas las medidas posibles para proteger la vida de los japoneses y garantizar su seguridad”.
Además de las baterías Patriot, Tokio ha desplegado destructores equipados con el sistema de interceptación Aegis en el Mar de Japón (Mar del Este para los coreanos).
La península coreana vive un rebrote de tensiones desde el lanzamiento exitoso, por Corea del Norte, de un cohete, en diciembre pasado, lo que fue considerado por los occidentales y Japón como un ensayo de misil balístico.
La situación ha empeorado después de una tercera prueba nuclear, en febrero, por parte de Pyongyang.