Pareciera ya una reseña ociosa y hasta sarcástica o de lugar común, el titular de algunos medios otrora “prestigiosos” y, hoy día, genuflexos ante el sistema incoherente que nos dirige, a causa de informaciones dizque por el arribo de toneladas y más toneladas de trigo panadero, que a nadie consta, a los puertos más importantes del país, tales como Puerto Cabello y La Guaira, a objeto de procesarlo y distribuir la harina entre todo el gremio panadero, cuando casi todas las panaderías se hallan paralizadas a escala nacional por carencia y carestía de la materia prima, ya que para la elaboración del pan aparte de harina, se necesita azúcar, levadura y grasa vegetal.
Cada despacho consta de no más de 30 a 40 sacos/panadería; justo lo que ha de consumirse en poco menos de medio día. De ahí, las colas madrugadoras, a todo riesgo, a las puertas de los expendios, que ahora el gobierno pretende ocultar mediante la presencia de fiscales SUNDDE y los colectivos. Otro aspecto del problema es la distribución irregular del producto, pues algunas no lo reciben, sino muy eventualmente. Los encargados de tales expendios se ven en la necesidad de rendir la harina, a objeto de poder satisfacer la demanda de sus clientes, quienes por lo general quedan insatisfechos por el producto adquirido y porque tampoco existen alternativas, en virtud de la falla tan generalizada por el racionamiento de la harina, situación que se ha convertido en viciosa y recurrente, que pretende paliarse, momentáneamente, pero sin soluciones radicales y llevadera solo a punta de penalizaciones y amenazas, aparte de los procedimientos arbitrarios, como el de la expropiación, cuyos resultados hasta ahora han sido inútiles y perniciosos tato a productores como a consumidores.
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