Isaías A. Márquez Díaz: Realidad de Maduro ante Cumbre de las Américas
En verdad, constituye motivo de vergüenza ajena el por qué no se indica las razones claras y precisas por las cuales el presidente Maduro no debería asistir a dicha reunión programada para los días 13 y 14/4 venideros en Lima.
El sentido común nos indica que ante tal condicion, Maduro carece de argumentos y acervo cultural como para defender las tales “verdades de Venezuela” (¿?), ya que son muy obvias hasta ante los ojos de un niño de pecho: tenemos como verdades únicas y absolutas sobre las realidades de nuestra Venezuela: crisis humanitaria asistencial con tasa de mortalidad infantil y alimentaria, casos agudos de malnutrición (según UNICEF, 30 % de los niños mueren antes de su primer cumpleaños y cerca de un 64 % de embarazadas muere durante la gestación, el puerperio o cuarentena); economía precaria y miserable (la peor del mundo, ya que nos ha condenado al desastre económico. Según el departamento de políticas públicas USB, la pobreza en Venezuela incrementa de un 48 % a un 87 %. Y, ahora, según la CEPAL, cerca de unos 30 millones de venezolanos vive por debajo de los niveles de pobreza); corrupción; hiperinflación por desestimar acciones, ya recomendadas, que, de entrada, podrían resultar efectivas a objeto de resolver la crisis socioeconómica que nos agobia. De entre esas aplicaciones tenemos: eliminación del control de cambio, libre importación y el US $ como moneda de circulación legal y/u oficial. El Petro, la criptomoneda y la Dicom constituyen subterfugios etéreos (panaceas y/o placebos; cosmeticidad pura, algo análogo a una JDAM), – con solo esas tres acciones iniciales, hasta la economía informal desaparecería-. Por otra parte, la persecución inmisericorde a la disidencia; sarcasmo ante la violación de los DDHH, cuyo respeto y observancia están previstos en CRBV. Confiscación y mediatización de los medios de comunicación, así como el chantaje legal administrativo mediante la ley RESORTE, aparte de los factores de la producción, inertes y estatizados.
Y, de las más graves, anticipo de elecciones junto con un CNE y un TSJ maleables.
Ante todo este panorama tan veraz, es de estimarse, desde ya, anticipadamente, está reprobado ante el evento internacional a realizarse en Lima, Perú.