LA ACTITUD DEL GOBIERNO ANTE LA CRISIS NACIONAL
Isaías A. Márquez Díaz
Imposible que no llame poderosamente la atención la actitud infantil de un gobierno que somete a toda una sociedad a una de las peores crisis en toda su historia, quien solo presume que aquí no pasa nada, sino que existe un sabotaje nacional con vínculos supranacionales, como si su equipo o representantes políticos no fuesen los responsables directos y principales del naufragio institucional, caracterizado por una crisis socioeconómica y sociopolítica que, hoy por hoy, flagela la vida de toda la población venezolana. Actitud que no solo ostenta en la oquedad ética y moral de su caterva cívico-militar que, zafiamente, detenta el poder, sino también por el hecho de que estamos ante una gente que actúa en ejercicio de sus facultades movida por una doctrina simplista, radical, retardatoria y maniquea de que son los poseedores absolutos del bien y de la verdad ante una mayoría sociopolítica que, extrañamente, se les enfrenta y que para ellos tan solo representan la expresión máxima del mal y la confusión; de ahí la tesis del sofisma acerca de que esta perniciosa crisis socioeconómica que hoy día padecemos no sea de su responsabilidad absoluta por errores crasos de políticas implementadas sobre la marcha desde 2/1999 cuando asumen e poder, sino que son el producto de una conspiración orquestada desde el “imperio”, interesada en desestabilizar la gestión gubernamental que se adelanta en “favor del pueblo”, representado, básicamente, por los acreedores del carnet de la patria y beneficiarios del plan Zamora; vale decir, sectores sociales más atrasados políticamente y manipulables clientelarmente de la sociedad venezolana actual, sujetos a sumisión.
Y, a diario, promueven enemigos ocultos, como el de la tesis del tan cacareado magnicidio a lo que ahora se añade la invasión de Trump.