Reiteradamente, el gobierno improvisa otro sistema o cono monetario, sin análisis previo sobre la experiencia del año 2008, cuando, tan olímpicamente, se eliminan tres ceros al bolívar y lo denominan dizque “bolívar fuerte (Bf) ante una economía rayana, al momento, en un índice inflacionario del 100%, que el gobierno del extinto“ comandante supremo y eterno” estuvo discapacitado para controlarla y fue la luz verde al proceso de carestía e hiperinflación que hoy día confrontamos. El gobierno y su equipo económico actual pretenden actuar, por error y ensayo, actitud letal en política económica porque las leyes de la economía son inexorables y no se prestan para improvisaciones y/o tentativas, por lo que cualquier decisión descabellada en esta materia, está condenada al fracaso por carecer de estudios concienzudos. El cosmetismo que se anuncia para el 20/8 venidero será otro mortinato de las políticas erráticas del (des)gobierno que ya perdió brújula y bitácora ante el naufragio institucional que se viene pronosticando desde aquel año, cuya realidad incrementa, abruptamente, el riesgo país índice en el que, sin falacias, estamos a la vanguardia.
Pero el gobierno no vislumbra un solo ápice de inversión en producción agroindistrial, sino que, tercamente, se enfrasca en la fantasiosa y rancia “guerra económica” frase, como otras tantas, ya desgastada por el sofisma que implica, mientras los enfermos mueren por falta de insumos y medicinas y el pueblo protesta porque no hay luz, agua ni transporte, que se atiende mediante un paliativo trasnochado denominado: incremento salarial más prórroga de inamovilidad laboral, cuando, ante la crisis sociopolítica, que se experimenta, la población está ávida de propuestas concretas y formales.