Isaías A. Márquez Díaz: El exterminio y la devastación de Nicolás Maduro
Ha sido tan impactante en la región la actitud deshumanizada del presidente Maduro que hasta en la cumbre del G-20, que se lleva a cabo entre el 18-19/3 es objeto de consideración muy especial, ya que aun cuando no estaba en agenda, por su magnitud, se cuela, con el resultado de que el grupo de países solicitará del FMI un fondo de ayuda para los venezolanos exiliados y/o refugiados. Tales aportes económicos no ingresarán por Venezuela, sino por el país de acogida; Colombia, donde la situación se ha hecho crítica por hacinamiento y los servicios migratorios ya han registrado unos 340 000 venezolanos refugiados a causa de la crisis humanitaria que el desgobierno niega, cínicamente.
Como complemento a la ayuda para los refugiados se comprometen, además, a presionar, bilateralmente, al gobierno venezolano la posibilidad de aplicarle sanciones de manera recurrente. Los países del eje bolivariano se mostraron en desacuerdo.
De ahí, las reservas de Maduro para asistir a la VII cumbre de las Américas en Lima.
La crisis humanitaria venezolana retumba y se considera a escala planetaria, ya que recuerda los escenarios del gobierno ruso de Josef Stalin (1920-1953), exabrupto retardatorio que solo arroja miseria y ruinas, inaplicable a la calidad del tipo venezolano que, hoy día, nos caracteriza e identifica, inequívocamente, razón por la cual nuestra crisis es motivo de atención muy especial desde cualquier latitud del mundo, tan igual a la de otros países de África, Medio Oriente y Asia, que también ostentan una crisis humanitaria muy severa.
El exterminio y devastación que ha ocasionado el sr Maduro podría ser objeto de sanciones penales ante la CPJ, tal y como ocurriera con el enfermero de Auschwitz.