COLAPSO
Isaías A. Márquez Díaz
Para la gerencia actual de PDVSA vamos a aclarar un concepto muy importante, a propósito de la situación de sus refinerías, ya que casi todas están operando cuan alambiques clandestinos produciendo miche zanjonero en virtud de la politización de los cargos y/o funciones, la emigración del personal (fuga de talentos) y la corrupción galopante dentro de la organización, han llevado a las refinerías al borde del colapso; vale decir, si no conocen la semasiología y/o semántica, según el DRAE: al extremo de la destrucción, ruina de una institución, sistema, estructura, entre otros.
También, paralización a pueden llegar el tráfico y otras actividades, tal y como la que hoy nos ocupa, sobre la refinación del petróleo, colapsada, a causa de la ineptitud y desidia de la gerencia que la viene regentando desde 1993, cuando se inicia un desmantelamiento por razones puramente políticas y doctrinarias, lo cual desemboca en huelga nacional o huelga petrolera que inicia el 2/12/2002, por 64 días, durante los cuales se exige la salida de Hugo Chávez y, pero culmina el 6/02/2003 sin lograr su objetivo. Solo arroja como consecuencias: adopción de nuevas medidas económicas y fiscales, principalmente, en cuanto al flujo de divisas.
Aparece CADIVI. Y, aflora el mercado negro de divisas que impulsa al US $ paralelo.
Asimismo, se militariza PDVSA, quizá con un personal muy bueno en las tácticas y estrategias militares, pero muy pésimo en áreas de gerencia técnica y administrativa, ya que un campo petrolero jamás podría gerenciarse como si fuese un cuartel, campo de batalla o regimiento.
Muchos de los técnicos que se van; son individuos sobre quienes la insustria hace inversiones cuantiosas en el exterior a objeto de que adquieran conocimientos de tecnología vanguardista en las áreas de exploración, producción y refinación petrolera.
Todo ese recurso humano huye de la industria porque ésta no los forja para que en algín momento vistan de rojo-rojitos, sino para el progreso y desarrollo de la industria petrolera nacional, hoy día al borde del fracaso y paralización, que se manifiesta por una producción ínfima de petróleo y sus derivados.
Pese a las circunstancias, no cancelemos y/o abortemos las expectativas de la PDVSA ideal, productiva, rentable y competitiva.