Si hay una red social que cambió la forma de comunicarse entre las personas, esa ha sido sin duda alguna Facebook. Desde que se fundara, allá por el año 2004, su crecimiento ha sido no solo vertiginoso, sino también contagioso. Facebook ha cambiado la vida a millones de personas. Sigue siendo la red social más importante y numerosa del mundo en cuanto al número de usuarios y, por muchos competidores que hayan ido apareciendo, no han podido desbancarla de la primera posición.
Pero, claro, si hablamos de contagio hablamos del poder que tiene esta red social para llevar informaciones, videos, fotos y cualquier contenido audiovisual hasta el último ciudadano de a pie de cualquier rincón del planeta. Es este poder, unido a los últimos cambios en las capacidades de segmentación que tiene la plataforma, el que hace que la política obligatoriamente gire alrededor de esta red social. No perdamos de vista que WhatsApp forma parte de Facebook. Creo que queda todo dicho.
El poder de esta red social podemos verificarlo en el mismo momento en que accedemos a la plataforma. Desde el primer acceso ya está todo preparado para absorberte, para hacerte pasar horas y horas frente a la pantalla del ordenador, la tableta, el Smartphone o cualquier dispositivo con acceso al portal online. En política, la segmentación del electorado es primordial y Facebook lo sabe hace mucho tiempo.
FACEBOOK COMO HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN POLÍTICA
Desde hace años el algoritmo de la plataforma ha sido capaz de fragmentar en millones de combinaciones los gustos, preferencias y hábitos de vida de cualquier usuario y, por ende, nos ubica en el disparadero de la comunicación política. Facebook tiene todos nuestros datos, al igual que muchos portales sociales, y hoy la información es la que marca el paso en la política. Si saben qué nos interesa, tienen todo para conquistarnos.
Pero no todo es poder segmentar en una red social. Luego hay que manejar bien los tiempos y ser creativos e innovadores a la hora de hacer las publicaciones, ser atentos e interactuar correctamente con los usuarios. Facebook es una fiesta social y si te invitan a participar no olvides tu rol como marca política. Las campañas políticas o electorales cada vez son más selectivas y exigentes y tienen que focalizar muy bien su estrategia para no perder tiempo ni dinero.
Facebook aquí ha avanzado hasta tal punto de ser capaz de hacer ganar o perder elecciones a candidatos. Otro de los puntos destacados de esta herramienta es su facilidad de uso. Fue la primera red social para muchas de las personas que hoy en día acceden a internet. La capacidad de retención y de captación de usuarios que ha tenido este lugar de encuentro ha sido enorme. A la ciudadanía le da cierta pereza empezar una nueva vida digital y, salvo en contadas ocasiones, sigue teniendo a Facebook como su primera opción, sobre todo el perfil de votante de media y avanzada edad.
EL MARKETING POLÍTICO DIGITAL EN FACEBOOK
A la hora de poder valorar cómo se puede sacar el máximo rendimiento a Facebook en la política, no debemos olvidar que su algoritmo condiciona todo lo que encontramos dentro de esta plataforma. Lo que los usuarios van encontrando en ella y ven a diario está condicionado por lo que hacemos, compartimos, publicamos. Y no solo nosotros, sino todo lo relacionado con nuestro círculo más cercano de personas y de intereses. La estrategia política a la hora de comunicar puede centrarse en pequeños objetivos dirigidos a pequeños grupos de gente.
Se puede diseñar detalladamente por un sinfín de filtros y apartados, hasta tal punto que cualquier marca política puede llegar hasta cualquiera de nosotros. Otro factor es la inmediatez. Un mensaje colocado en Facebook a través de un usuario y utilizando a las personas afines a la marca política es capaz de llegar a miles de personas en tan solo unos segundos. Pero Facebook conoce muy bien lo que su clientela quiere; ya no es tan fácil llegar a las audiencias. O eres muy creativo o pasas por caja.
Facebook y el resto de las redes sociales en la política son medios de comunicación extremadamente potentes. Con una estrategia bien elaborada, es relativamente sencillo crear contenidos de interés para los clientes políticos. Hay miles de aplicaciones que hacen más fácil elaborar publicaciones que llamen la atención y que, al mismo tiempo, consigan atraer hasta la marca al ciudadano.
No se requiere de grandes inversiones y medios para trabajar la marca política en Facebook. Más bien lo que hace falta es planificar y entender muy bien qué es lo que la gente espera encontrar allí́.
Esa es la clave.
28 de noviembre de 2019
Isaac M. Hernández Álvarez
Consultor Político
www.isaachernandez.es
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