Según explicó Salehi, citado por la agencia de noticias IRNA, Moscú estaría estudiando la oferta. «Irán debe demostrar al mundo su capacidad de producir uranio y de transformarlo en combustible nuclear», agregó.
La República Islámica lanzó la semana pasada su primera central nuclear construida en Busher por Rusia, que se ha comprometido a suministrar combustible durante diez años.
Además, ambos países acordaron crear una joint venture para operar la planta. Las acciones se distribuyeron inicialmente a partes iguales, pero irán pasando gradualmente a Irán en los próximos tres años.
En cuanto al combustible, este es fabricado a partir de uranio poco enriquecido (con una concentración de 3,5%).
El enriquecimiento de uranio y su transformación en combustible nuclear motivaron una crisis entre Irán y potencias occidentales que sospechan que Teherán intenta dotarse del arma atómica pese a sus reiterados desmentidos.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó seis resoluciones contra Irán, cuatro de ellas acompañadas de sanciones, por negarse a suspender el enriquecimiento de uranio.