Los agentes interrogan a un hombre conocido como “Matagato” en el sector Las Torres de La Vega, quien vive con una concubina en el mismo inmueble donde hace los despojos y supuestamente diagnostica el estado espiritual de la gente.
Las averiguaciones comenzaron el sábado en la madrugada, después del hallazgo del cadáver de Yusnelin Ríos Guevara en la única habitación del inmueble. Los detectives fueron llamados por el cónyuge de Ríos, Deivis Rondón.
El hombre relató que su concubina fue convencida por el santero para que participara en varias sesiones en su casa, luego de advertirle que la mamá de Rondón supuestamente le había enviado un maleficio.
“Tú tienes un muerto recostado”, le aseguró a la mujer. Estas mismas palabras se las dijo a varias jóvenes del mismo sector.
Rondón dijo que alias “Matagato” fue a su casa el sábado a las 2:30 am para entregarle a su hija de ocho meses de nacida, quien estaba con la mamá al momento de la muerte. Con la niña le entregó un bolso. Entre los pañales y teteros de la lactante estaba la ropa interior de la mujer.
Rondón de inmediato fue al rancho donde estaba el cadáver de su cónyuge. La vio en la única cama del inmueble, tendida boca arriba. El hombre exigió que nadie la tocara ni alteraran lo que estaba en la habitación, pero no pudo evitar pasarle una mano por los cachetes. Sintió la piel de la mujer helada.
El cónyuge de Yusnelin Ríos exigió explicaciones. El santero le dijo que la mujer se quedó a dormir el sábado en la noche con su esposa, quien supuestamente reconoció haberse dormido con Ríos, y después no supo más nada de ella.
Otros hechos
Diana Fuentes, cuñada de Ríos, dijo que en el sector Las Torres han ocurrido varios incidentes con el santero, pues a su criterio él intenta usar su influencia para seducir a las personas a las que hace consultas.
Tanto ella como Rondón coincidieron en que el sujeto además exige pagos por cada sesión. “Yo le dejaba cien bolívares cada vez que salía, pero no sé qué hacía con eso”, recordó.
En la sala principal del inmueble donde estaba el cadáver hay un altar con velas, fotografías, estatuillas y rosarios donde Rondón encontró los zarcillos de su cónyuge.
Los familiares de la mujer esperaban el informe de autopsia en la morgue de Bello Monte. No descartan que haya muerto de asfixia o por una intoxicación.
El Nacional