El Insomnio: ¿Puede Ser Un Síntoma De Ansiedad?

Cuando hablamos de insomnio, nos referimos al trastorno psicológico que se caracteriza por  la dificultad para conciliar el sueño, o para mantenerlo una vez dormido.

Si tienes dificultad para conciliar el sueño al acostarte, si te despiertas con frecuencia en medio de la noche o si lo haces antes del horario planeado, es probable que padezcas insomnio.

Causas del insomnio

El insomnio no es una enfermedad en sí misma, sino que constituye un síntoma de varios trastornos, entre los que figuran los trastornos de ansiedad.  Además, el insomnio puede ser debido a:

• Horarios irregulares de sueño.

• Consumo de bebidas excitantes (como alcohol, bebidas cola,  café o té).

• Consumo de tabaco.

• Un ambiente inadecuado para conciliar el sueño.

Insomnio y ansiedad

Como dijimos, una de las causas principales de insomnio son los trastornos de ansiedad.

Las exigencias de la vida diaria, los conflictos económicos, laborales o familiares, pueden producir un nivel elevado de ansiedad. Esto repercute de forma directa en el sueño, ya que limita la capacidad para relajarse y descansar el cuerpo.

Cuando tu cuerpo no descansa normalmente, tu cerebro no puede funcionar de modo normal aunque lo intente, esto muchas veces genera trastornos de ansiedad, como por ejemplo ataques de pánico.

A su vez, aquellas personas que sufren ataques de pánico, muchas veces tienen dificultades para conciliar el sueño, precisamente por esos ataques.

Concuyendo, los trastornos de la ansiedad, están estrechamente relacionados con el insomnio, que es precisamente uno de los síntomas de dichos trastornos.

¿Cómo afectan a la rutina diaria el insomnio y la ansiedad?

Podríamos decir, de modo general, que tanto el insomnio como la ansiedad afectan de manera negativa a las actividades diarias.

La ansiedad genera una tensión en el cuerpo mayor a la normal, mayor liberación de sustancias estimuladoras del sistema nervioso central (como la adrenalina y la noradrenalina). Esto genera fatiga, cansancio muscular y mental, afectando tanto las actividades físicas, como las cognitivas.

El insomnio, al no permitir descansar al cuerpo lo necesario, también genera un estado de decaimiento, cansancio, fatiga muscular y mental.

Así, quienes sufren de trastornos de la ansiedad e insomnio por un período prolongado de tiempo, generalmente se sienten molestos, irritables, desganados, cansados.

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