La Guerra del Chaco (1932-1935) entre Bolivia y Paraguay, los dos países más pobres de Sudamérica en ese momento, no solo tuvo pasajes heroicos como la defensa de Boquerón, cuando 600 bolivianos resistieron por 22 días el asedio de 14.000 soldados guaraníes.
El conflicto, que surgió por diferencias entre ambos países sobre la delimitación de sus fronteras, fue una «prueba de fuego» que dio lugar a inmensas muestras de amor a la patria.
Una de ellas fue la de la familia Campero, que mandó a sus hijos al frente de batalla.
A todos sus hijos, los cinco.
Un reciente censo de la Confederación de Excombatientes de la Guerra del Chaco (Conexchaco) señala que, en marzo último, en Bolivia apenas quedaban unos 105 de los 180.000 soldados o beneméritos que fueron movilizados en el siglo XX. Y los pocos sobrevivientes rondan los 100 años.
Este 14 de junio se conmemoran los 80 años del cese de hostilidades entre ambos países y BBC Mundo le cuenta la historia de los cinco hermanos Campero.
fuente.msn