Los insectos se plantean como un alimento que a largo plazo estará plenamente instalado entre nosotros, además, resultan seguros y sostenibles por su rápida reproducción y su bajo costo. Por ello, nos preguntamos ¿serán los insectos las proteínas del futuro?
Según el Instituto de Tecnología de los Alimentos (IFT), la demanda de proteínas alimentarias está creciendo a nivel mundial y los insectos pueden ser la respuesta a esta situación, pues generan menos gases, utilizan menos tierra, agua y energía que el ganado para su producción y son excelentes fuentes proteicas.
Un insecto, según su estado biológico, puede ofrecer entre 15 y 70 o más gramos de proteínas por cada 100 gramos, siendo los adultos los que mayor proporción de este nutriente poseen.
Además, usados de forma deshidratada la concentración se incrementa y pueden sumar proteínas de calidad a la dieta, pues a diferencia de la carne vacuna por ejemplo, poseen más aminoácidos ramificados y menos cantidad de lisina, metionina y fenilalanina, pero igualmente, cuentan con todos los aminoácidos esenciales para el organismo.
Como si fuera poco, hay una gran diversidad de insectos que favorecerían su producción y volverían sostenible la misma en el tiempo, por lo que, los insectos que también pueden ofrecer ácidos grasos poliinsaturados y minerales importantes para el organismo, se visualizan como el alimento y la proteína del futuro que alimentará a la población en unos años.
Aunque aun nos encontramos reticentes a esta idea, al parecer los insectos tienen un gran futuro en nuestra alimentación y, según dicen quienes los han probado, saben muy bien, sólo es una cuestión de cultura su aceptación con el tiempo.
Fuente: Vitonica