Infografía | La nueva autopista a Vargas si va

      Muchos años han pasado y propuestas han ido y venido cuando de la autopista Caracas-La Guaira se trata. De hecho en 2005, en la época del ministro de Infraestructura Ramón Carrizales, se había aprobado el nuevo trazado y que según los cálculos comenzaría a construirse en 2007, para estrenarse tres años después. Ese plan resultó de un concurso hecho ese mismo año.

Esta vez le tocó el turno anunciarlo al presidente de la República, Nicolás Maduro, y posteriormente lo ratificó el ministro Haiman El Troudi, quien lleva ocho semanas a la cabeza de los lineamientos en materia de transporte terrestre y ha dicho, parafraseando sus palabras, que el proyecto de la nueva autopista va de todas todas. «Ahora sí hay la voluntad política para hacerlo». Lo dijo en el foro sobre movilidad organizado por Últimas Noticias el paso 25 de julio.

No obstante, muchas voces salieron al paso, pues consideran que es un proyecto costoso y será una vía en zigzag.

Según datos del arquitecto Víctor Artis, participante del concurso organizado en 2005, en ese entonces calificaron 2 soluciones: una elaborada por Tranarg Consultores y la otra por el consorcio RGR-Somelca.

La primera partía de la autopista Fajardo, a la altura de El Algodonal, con un trazado sin curvas pronunciadas y una longitud de 20,8 kilómetros, llegaba al aeropuerto con 7,71 kilómetros de túneles y 4,56 km de viaductos. La sección era de tres canales y hombrillo por sentido, y en la mitad del recorrido se conectaba con la autopista actual con un enlace de 2,5 km. Esta ruta, a su juicio, no perturbaba el parque El Ávila por estar planteada por la Zona Protectora del Área Metropolitana de Caracas.

La otra solución, RGR-Somelca, partía de la avenida Boyacá, desde el distribuidor Baralt, con un trazado de 23 kilómetros a base de curvas pronunciadas, con 6,9 km de túneles y 5,45 km de viaductos. En este proyecto, la sección era de dos canales y hombrillo por sentido y todo su trazado quedaba dentro del Waraira Repano, «lo cual implicaba una vasta agresión ambiental».

El experto consideró que esta vez debieron confiar en el conocimiento local y no entregarlo a empresas extranjeras. Citó como ejemplos los urbanismos de El Silencio, Coche, 23 de Enero, Pomona, entre otros.

Desde hace más de 20 años se ha abogado por una nueva vía. Pero con el trazado que se está promoviendo desde el Ejecutivo nacional en el tramo La Araña-Gramoven-Macayapa, la congestión seguirá aumentando. Esta propuesta cruza dos veces la falla de San Sebastián y en caso de un sismo ninguna previsión es segura».

Mejor solución. Tomás de la Barra, arquitecto, considera que este trazado se puede convertir en el camino más corto hacia dos trancas: las que se generan en Catia y en La Guaira. De allí que se pregunta ¿Una segunda autopista es la mejor solución?

De la Barra dice que las críticas hechas a la propuesta del grupo Somelca, que a su juicio es gente bien calificada, es una cuestión conceptual. «La discusión planteada por Fruto Vivas es que la autopista actual aprovecha el abra, el único espacio abierto entre las montañas, lo cual facilita la construcción de vías. Cosa que no va a ocurrir ahora, pues se prevén túneles de 8 y 9 kilómetros los cuales además son costosos. Debo decir que técnicamente está soportado».

La otra cosa, continuó, no es tanto la autopista sino la concepción que hay a ambos extremos la vialidad. «En el Litoral está bien comprometida, al igual que la de Caracas. La idea no debió ser reforzar el vínculo, hasta ahora tenemos la prolongación de la Cota Mil y el elevado frente al puerto». A su entender hacen falta otras autopistas. «80% de las personas se mueve en transporte público y eso se debe tomar en cuenta. Pero sí es viable».