El endeble techo lo sujetan de un árbol o de alguna estructura de la defensa de la autopista o carretera donde estén ubicados. Se puede observar como lavan la ropa con el agua que proviene de las tuberías que desembocan al Guaire. En el lugar se percibe un mal olor, pues las aguas putrefactas y los desechos de orine y heces hacen que la zona se contamine, sin embargo esto no es impedimento para que hombres, mujeres y niños tomen el lugar.
En esos espacios comparten con animales, en muchos casos los perros que se vuelven las mascotas de los indigentes que al preparar la comida o buscar en los botes de basura las sobras también comparten con sus nuevos compañeros lo poco que encuentran para alimentarse todos los días.
Durante la mañana se observan durmiendo sin que el caos citadino los moleste, en otros casos realizan actividades de “limpieza” o recolección dentro del rancho. Por las noches vagan por las calles en busca de alimentos y artefactos que puedan encontrar abandonados para venderlos .
En la avenida Bellas Artes, debajo de la autopista Valle-Coche cercano al metro de Ciudad Universitaria está instalado un rancho. Allí, por más de dos años, vive una mujer. La mañana de ayer fue vista como botaba agua de un tobo. A pesar de que la zona es conocida por la concurrencia de indigentes, las personas que transitan por el lugar caminan evadiéndolos para evitar ser sorprendidos maliciosamente; debido a que en muchas ocasiones se encuentran bajo los efectos de sustancias estupefacientes, encimándose a las personas para robarlas.
En el Paseo Colón habitan tres hombres que se instalaron en un área verde. Allí colgaron con una cuerda sus camisas y pantalones que son lavados en la mañana para que el sol de todo un día las seque. No les importan que a pocos metros, cerca de la fuente de Plaza Venezuela esté instalada una carpa de la Policía Nacional y muchos menos que a toda hora circulen los trabajadores del volante.
A pesar de que muchos de ellos son localizados por sus familiares para rescatarlos de la indigencia y prestarles ayuda con profesionales como psicólogos y médicos, ya que en su mayoría se vuelven adictos a las sustancias ilícitas, nuevamente regresan a las calles sin que sus seres queridos tengan éxito en el rescate.
Otras de las zonas de Caracas donde se observan es en la avenida Panteón. En las aceras colocan cartones donde se acuestan para dormir durante el día; para ellos no es impedimento que caminen a un lado de ellos ni escuchar las cornetas de los colectivos.